ESCRIBE AQUI EL TEMA SOBRE EL QUE QUIERES LEER EN MI BLOG:
Búsqueda personalizada

jueves, agosto 30, 2007

Hoy estoy muy feliz. Hoy estoy abstinente.

Hoy estoy muy feliz. Hoy estoy abstinente. Ayer se terminaron todos los alimentos dudosos y compulsivos (o versiones light o sin azucar de mis alimentos compulsivos). Asi que sin forzarlo ni poner mi limitada fuerza de voluntad en ello, estoy abstinente. Por que ha salido asi. Tan suave, sin traumas sin tirones, sin mono.

Estoy en el trabajo y me he traido literatura. Un libro que habla sobre historias de recuperacion de recaidas. Y tambien una botella de agua de mi casa con sacarina. Estoy feliz por que han tenido aqui dulces como siempre, y yo no he comido, ni he deseado comerlos, ni he sentido tiron. Incluso hablaba con una compañera de trabajo mientras ella comia. Yo abrazaba mi botella y me sentia feliz, orgulloso, libre. Es como si me hubiera quitado un peso de los hombros. Leer literatura de oa en el trabajo me da una gran paz y tranquilidad. Me hace sentir como cuando entro en una iglesia y me siento alli sin hacer nada.

Ademas esta mañana he tenido una conversacion delicada con mi pareja y no me he alterado ni he deseado comer despues. Fisicamente no me encuentro tan descompuesto como antes. Ya
no tengo tantos gases ni retortijones. Es increible lo que le hace la comida a mi mente y a mi cuerpo.

Pero no me voy a pesar por el momento, por que en el fondo me da miedo ver los efectos de la recaida, aunque deberia hacerlo para asi motivarme mas a estar abstinente, pero
tengo mis reservas por que la perdida o mantenimiento de mi peso no es mi unico objetivo.

miércoles, agosto 29, 2007

Escribo esto con la intencion de que no se lo lleve el viento

Escribo esto con la intencion de que no se lo lleve el viento. De recordarlo cuando este abstinente, para que me recuerde como es estar en recaida y asi no querer volver a recaer. Tambien lo escribo para sacar todo dentro de mi y sentirme limpio, ya que en recaida me siento extraño, sucio, traicionandome a mi mismo, y me siento engordando por momentos.

Hoy soñe que hacia paso doce para narcoticos anonimos a mi jefe en aquella ciudad de la costa, aquel que era adicto a la cocaina. Soñe que lo llevaba a una reunion y que yo salia a compartir en una reunion de aa. Una situacion extrañisima.

Quizas era un mensaje de dios, para que me fuera a una reunion. afortunadamente hoy es miercoles y ahi reunion de aa en donde vivo ahora. Estoy pensando de ir.

Siento que la recaida puede hacer que me pierda a mi mismo. Tengo miedo de perder toda la recuperacion que he logrado. Que mi persona se degrade tanto que pierda mi mente, mi bienestar, la perdida de peso, y mi pareja. Todo lo que la recuperacion me ha traido.

Y necesito estar abstinente, por que en el trabajo estoy rodeado de comida compulsiva todo el dia. Ruego a dios que me de fuerzas para no comer en horas de trabajo, ya que los compañeros tienen comida en la oficina todo el dia.

Yo sabia antes de recaer que necesitaba mi abstinencia por que si caia estaba perdido, ya que sientiendome debil y todo el dia rodeado de tentaciones me seria muy dificil salir. Ahora esa cocinita se ha convertido para mi en el lugar de mis tentaciones prohibidas.

Tome la determinacion de cabalgar sobre la ola. Sentia que estaba luchando por la abstinencia. Intentando lograrla por la fuerza. Con lo que los compulsivos al volverse prohibidos se me ponian mucho mas atrayentes. Asi que cuando hice la compra compre versiones light o sin azucar de mis alimentos compulsivos (chocolate sin azucar, mermelada sin azucar) Por ejemplo se me apetecion pizza pues compre lasaña de espinacas. Se me apetecio leche con canela, pues compre horchata light sin azucar.

Es la tecnica del sustitutivo que otras veces he usado a base de agua con sacarina. La abstinencia no la puedo forzar a pulso, si no hacer mi parte y que dios me la de. El estar a base de compulsivos version light, es una manera de minimizar los efectos de la recaida (al menos fisicamente), y no me dan tanto tiron, aunque se que es un autoengaño. Asi poco a poco espero que mi forma de comer se vaya acercando a lo que es mi abstinencia y finalmente se limpie tanto que me sienta abstinente por fin. Pero de una manera natural y sin forzarlo a pulso que es como lo he estado haciendo hasta ahora, llorando, gritando y rezando.

Tambien ahora me pregunto si no he tenido una abstinencia demasiado dura para mi. Me he negado todo y puesto en una manera de comer super sana y restrictiva ciertamente, pero que a mi me daba mucha tranquilidad, pero que me hacia sentir algo de hambre (no mucha) a ciertas horas (mediado finales de la mañana), que es cuando mis compañeros de trabajo estan con el picoteo vario.

¿Deberia desayunar mas fuerte por que estoy desayunado poco? ¿Deberia tener pactado una manzana y/o un zumo para esas mañanas y asi evitar males peores? Siento que todo esto es dialogar con la comida y que ahora solo debo trabajar por mi abstinencia y por recuperar mi mente limpia de compulsion por la comida, pensar en modificar planes de comida abstinentes cuando ni siquiera estoy abstinente, es pensar en por que recaido y eso es el pasado. Ademas me parece demasiado enfermo, como si la enfermedad quisiera incluso hacerme modificar mi plan de comida abstinente.

No se por que tengo en la cabeza la imagen ilusa de que voy a salir de la recaida en pocos dias, (pero hoy no) es como ponerle tiempos a mi abstinencia y mi recuperacion. Esa es una trampa de la enfermedad. Siempre escuche que la siguiente comida es un buen momento para comenzar con la abstinencia. Y la verdad los dolores de estomago y de dientes me dicen que es lo mejor. Pienso comerme una ensaladita hoy, que se hace rapido y me gusta, y de los compulsivos dudosos light lo dejaremos en manos de dios. No puedo forzar la abstinencia, pero tampoco puedo decir ya la cojere ya la cojere. Tengo que hacer mi parte, que es escribir, llamar, trabajar los pasos, seguir viniendo. Pero no decir ahora no como por mis huevos, la abstinencia no es asi. Pero tampoco es abandonarme a la mala comida, diciendo ya cojere la abstinencia en unos dias, es cuestion de tiempo. Por que eso es abandonarme a los brazos de la enfermedad.

Ademas de la inestabilidad mental, esta manera de comer me da gases y retortijones, es una cuestion ya de no encontrarme mal fisicamente.

Aunque este comiendo alimentos dudosos similares a los compulsivos pero light o sin azucar, y este comiendo mucho en las tres comida, siento que no estoy dandome atracones. Voy a tratar de comer solo con la ayuda de dios solo 3 veces al dia y que poco a poco lo que vaya comiendo sin forzarlo se vaya limpiando hasta que sea comida abstinente como lo que yo como siempre.

Ahora mismo no me siento abstinente, primero por que estoy fuera de mi plan de comidas habitual. Segundo por que estoy comiendo alimentos compulsivos, dudosos, o versiones light o sin azucar de alimentos compulsivos. Y tercero por que tengo ese sabor de boca y ese malestar fisico que he tenido estando en recaida. Aunque haya logrado parar los atracones a base de comer compulsivos en las comidas. Eso significa que mis habitos de comidas se han pervertido por asi decirlo.

lunes, agosto 27, 2007

Para recuperarnos, necesitamos una fe que trabaje bajo todas condiciones.

Ninguna persona podría creer en dios y desafiar a dios también. Esto es propio de personas que no tienen una clara aceptación de dios. Sienten que dios es un concepto inescrutable que les impone una religión opresora con oscuros designios y que desea interferir en sus vidas.

Sin embargo la fe logra que eso no sea así para mí, y creo que para otras personas como yo que también tienen fe. Para mi aceptar a dios y tener fe, ha significado el no sentirme agredido por la idea de dios, por que oa me daba el poder de poder definir mi propio dios. Entonces dios para mi ya no era una idea impuesta, si no que era como yo quería para mi, como yo lo necesitaba. Dios podía ser como yo quisiera para mi. Ya no me lo imponían. Y así pues ya no podía discutir o estar en beligerancia con ese dios, por que era mi propio dios, creado por mi según mis necesidades. Era lo que yo había escogido para creer en ello. Rebelarme en contra de mi propio concepto de dios era rebelarme en contra de mi mismo. Así pues el conflicto interior de la beligerancia hacia dios desapareció, y se alejaron de mi todas las ideas preconcebidas sobre otras religiones que son las que pueden causar controversia acerca de la fe.

Aunque no estoy en conflicto con mi fe, siento que mi fe falla cuando la compulsión se activa en mí y deseo comer. Es en esos momentos cuando mas necesito que mi fe este ahí, y que dios cuide de mi. Y así lo hace dios, cuida de mi y me quiere. Dios me desea abstinente. Es mi mente la que sin darme cuenta se olvida de dios y deja de tener fe por momentos, que son los resquicios que aprovecha la comida para introducirse en su psique.

Yo rezo, o hablo con dios, a diario. Le pido que me de fuerza y esperanza, y le pido que ayude a los que están solos y perdidos. Le pido lo mejor para aquellos que me han hecho daño.

Necesito que mi fe este activa en mi 24 horas, 7 días a la semana, 365 días al año. Si mi cabeza se llena de fe y de programa, no hay sitio para la compulsión. Cada vez que trabajo el programa, mi fe se renueva. Cada vez que salgo a la vida y hablo con personas normales, con actitudes no de programa de 12 pasos, la compulsión va erosionando mi fe y abriéndose paso hacia mi. Es como si mis acciones pudieran ser controladas por la fe o por la compulsión y ambas lucharan en mi interior por tomar el control. La fe me lleva hacia la abstinencia de comer compulsivamente, y la compulsión me lleva a donde ella me quiere: solo, aislado, deprimido, y dándome atracones.

Yo trabajo continuamente para mantener mi fe y para estar conectado con el programa de 12 pasos. En los momentos bajos el trabajo da sus frutos y dios cuida de mi. Muchas veces cuando he estado compulsivo acariciando la idea de comer, dios ha llevado la ayuda hasta mi. Una compañera me ha llamado por teléfono, o he visto una señal que me ha hecho recapacitar y ya no he deseado comer compulsivamente. Es por esto que necesito estar en contacto con el programa y con la fe activa, para sentirme protegido, seguro y a salvo de los atracones.

Cuando viajo toda la protección que dios ha construido a mi alrededor se debilita, por que me alejo de las reuniones, y pierdo el contacto en parte con las personas con las que estoy en comunión habitualmente. Este hueco dejado por la fe y el trabajo del programa, lo aprovecha la compulsión para introducirse en mi.

Pero siempre hay maneras y maneras. Hace tiempo que aprendí que como comedor compulsivo para mi son muy importantes los comos. Mi enfermedad me ha hecho ser mejor persona en una serie de cosas, pero me limita en otras. Y es en esas otras cosas en las que me siento limitado, como el viajar, donde es muy importante el como las haga. No es lo mismo viajar a solas, arriesgando mi fe y mi abstinencia, que viajar a una convención de oa, o viajar con compañeros de oa, que sabemos que el programa va a estar ahí continuamente.

Creo que el programa no solo me ha enseñado a comer, si no a vivir, a vivir con fe. Eso incluye relacionarme de manera sana con otras personas, a quererme, a tener una mejor calidad, y a creer en algo y sentirme realizado y tener una causa, cuando antes no creía en nada, me sentía solo y vacío, y no tenia nada por lo que me mereciera la pena vivir. Ahora me toca aprender a viajar, y el recaer continuamente cuando viaja, significa que no lo estoy haciendo bien, y que debo o no viajar, o viajar de la mano de oa, a convenciones y con compañeros, de manera que asi mi abstinencia no se sienta amenazada.

domingo, agosto 26, 2007

ejemplo de trabajo diario: jueves 23 de agosto de 2007

Jueves 23 de agosto

-desayuno: 1 zumo, 1 fruta, 1 te,

½ mañana: 1 nestea

-comida: ajetes trigueros con champiñones, 2 zanahorias, 1 zumo, 1 fruta, 1 te

½ tarde: picoteo de patatas fritas

-cena: espinacas con garbanzos, 1 fruta, 1 zumo, 1 te

Agradecimientos:

-gracias por que siento que dios me quiere abstinente.

-gracias por el mensaje de unan ex novia y el buen rollo con ella.

-gracias por superar una tarde de mono de comida muy fuerte des pues de probar alimentos compulsivos.

-gracias por la llamada de una compañera de oa justo cuando mas falta me hacia.

-gracias por estar algo mejor de dinero.

-gracias por trabajar el programa y sentir que necesito hacerlo para poder vivir.

-gracias a mi caseras por ser tan maja y dejarme usar el buzón.

-gracias por la lluvia y unos días de fresco en verano.

-gracias por finalizar un trabajo a tiempo para mis anteriores jefes.

-gracias por que me gusta Madrid por la cantidad de cosas, servicios, y lugares bonitos que hay.

La fruta la compre en el mercadona. Son manzanas pequeñas que como rápido y me saben a poco. Si muerdo mucho llego al corazón y eso me resulta desagradable. El zumo son tetrabriks pequeños sin azúcar que bebo con pajita muy rápido y que me saben a poco. También son del mercadona. El te es te de breakfast del carrefour, del mas barato pero que a mi me gusta. Lo hago en taza grande con 4 o 5 sacarinas, y luego le hecho hielo. El te a medio día lo tome pensando que no me daba tiempo, pero si me dio. Por la mañana no lo tome. El de la noche lo tome para tapar el regusto a fuerte picante del plato que cene, ya que le eché salsa brava de la que me gusta. La cena la tome después de hablar por teléfono con una compañera de oa y me sentó genial hablar por teléfono, me recargo y puede evitar fácilmente la tentación del turrón de mi compañero de piso en la nevera.

A media tarde pique patatas fritas en la oficina y me puse súper compulsivo. Luego quise asaltar un supermercado, pero gracias a dios, rezando pude evitarlo. Entre en el supermercado me di una vuelta, y me Salí sin comprar nada. Luego me llamo la compañera y la compulsión desaparecieron. Sentí que dios y Oa me cuidan.

martes, agosto 21, 2007

Tocar fondo es esencial para desear la recuperación.

Tocar fondo es esencial para desear la recuperación. El fondo de cada comedor compulsivo es personal, eso es lo que creo yo. Mi propio y personal fondo, mi infierno en vida creado por mi mismo a mi medida, mi callejón sin salida, mi “hasta aquí hemos llegado”. Mi momento definitivo donde tuve que escoger vivir o morir, el momento en el que vi que mi vida era una locura y que no podía seguir así por que me estaba matando lentamente a base de atracones y exceso de comida.

Es en este fondo, donde muchas personas se dan ultimátums o acarician la muerte como una solución aceptable. En el descenso a este infierno personal la degradación de la persona incluye de todo: dietas abusivas o extremas, vómitos, comilonas, robos de comida o dinero para comprar comida, mentiras, esconder comida, operaciones del aparato digestivo, conductas temerarias suicidas, etc… Yo hice alguna de esas cosas que nombro aquí.

Y no hace mucho. Cuando recaigo todas estas conductas vuelven a mí, y con más fuerza. Mi recuperación se anula y estas conductas autodestructivas que estaban en un cajón vuelven con mucha mas fuerza si cabe. En mi última recaída pude comprobar como la enfermedad avanza y es degenerativa por que me vi haciendo algo que no había hecho antes: planeando atracones, y asaltando supermercados a golpe de tarjeta de crédito. Mi propio y personal viaje a los infiernos de la compulsión por la comida.

Es ese tocar fondo lo que me da las ganas de salir de el y de querer recuperarme. Es una especie de fuego que siento en el corazón, un ansia de redención, unas ganas de querer vivir mejor. Es un sentimiento mucho más fuerte que cualquier motivación que haya sentido jamás, y que termina mutando en fe. Pasa de ser de unas ganas de vivir, a una gran esperanza a una fe en el programa de 12 pasos y en mi poder superior. Al final de este sentimiento se haya la abstinencia.

Llegue a Oa hace dos años. Aprendí que sufro de un trastorno de la alimentación, una enfermedad que deteriora mi calidad de vida y que es en última instancia, mortal. Ser consciente de que padecía esta enfermedad me costo mucho trabajo. Tuve que sufrir sus efectos y síntomas para tomar conciencia de ello. Desafortunadamente mi enfermedad no esta tan documentada y reconocida como sus enfermedades hermanas: la anorexia y la bulimia, por mucho que compartan algunos síntomas.

Una vez fui consciente de la enfermedad que padezco, aprendí que puedo vivir con ella igual que un diabético convive con su enfermedad. Necesito, igual que un diabético se inyecta insulina a diario, hacer ciertas cosas por mi recuperación para poder vivir de una forma digna sobrellevando mi enfermedad.

Así pues empezó el viaje de mi recuperación. Como venía de estar con la enfermedad en activo, tuve que tener durante una época cuidados paliativos hasta que los atracones pararon y la enfermedad disminuyo. Entonces empecé a buscar el por que de mis atracones y a analizar mi interior para ver por que había terminado llegando hasta ese punto.

Entonces empecé una fase de “mantenimiento”, pero como el diabético, necesito seguir trabajando a diario. La enfermedad es degenerativa, y sigue adelante, con lo que cada vez necesito trabajar más por mi recuperación.

Cuando me relajo, o los factores que acentúan mi enfermedad se refuerzan, tengo recaídas y vuelvo a la pesadilla de los atracones, pero noto que he evolucionado mucho, aunque me queda mucho aun por mejorar.

Antes vivía en un atracón perpetuo, ahora puedo contar con los dedos de la mano los días que he tenido atracones el último año. Y sigo trabajando para que algún día, si dios quiere pueda decir que ese año no he tenido atracones.

Y aun cuando tengo un episodio de recaída en la comida, noto que mi cabeza esta mucho más estable que como me recuerdo a mi mismo atracándome hace varios años, totalmente fuera de mi. La comida y la enfermedad podrán con mi voluntad momentáneamente, pero siento que no puede con mi alma, ya que yo deseo la abstinencia y la recuperación con más fuerza que nada en esta vida.

Aun en recaída, y con comida en las manos, he estado pensando en Oa, en el programa y en parar, y lo he logrado, he tirado comida a medio comer pensando que me estaba haciendo a mi mismo un favor. He sentido que mi propio cuerpo rechazaba esa comida por que me sentaba mal. Y luego dios me ha respondido y me ha puesto donde tenia que estar camino de la recuperación mediante llamadas de compañeras de Oa. Y como no de cada recaída he aprendido, y de esta saco lo siguiente:

-No puedo probar solo un poquito de mis alimentos compulsivos, o acabara atracándome antes o después.

-No puedo probar líquidos que lleven azúcar, por mucho que piense que es psicológico, el azúcar también tiene su factor físico y adictivo.

-No puedo aislarme ni relajarme en el trabajo de mi recuperación. Necesito un plan de acción, dedicar todos los días una hora a Oa, y poder llamar a diario a las compañeras.

Cada recaída tiene su mensaje y su consiguiente vuelta al camino, que cada vez me ha acercado más. Deseo con esperanza y ruego para que cada recaída que me recuerda mi fondo, me acerque mas a mi recuperación y me lleve a decir que hace años que no recaigo y que estoy con los vencedores, con los que se están recuperando, lugar en el que ya me siento y en el que quiero quedarme aun mas si cabe, y mejorar mas aun.

lunes, agosto 20, 2007

Autosuficiencia y desviandome de la fe

Llegamos al convencimiento de que solo un poder superior a nosotros mismos puede devolvernos el sano juicio. Esto es bajarme del orgullo de creerme autosuficiente de mi vida, dejar de pensar que yo controlo cada aspecto de mi vida. Al convencerme de que solo un poder superior a mi puede ayudarme con ciertos aspectos de mi vida, abro mi mente a una vida espiritual, que antes era nula.

Ya no creo que yo lo puedo todo. Ahora admito que yo solo no puedo, pero al admitir esto, doy por hecho implícitamente que si solo no puedo, con ayuda si. Con la ayuda del grupo, de Oa, y de mi poder superior. Así pues Oa y el programa me dan la capacidad de hacer aquello que no podía lograr yo solo, como es vivir de una manera plena con una enfermedad degenerativa, crónica y mortal como es la compulsión con la comida.

Así bien, al admitir que yo no puedo solo, admito que necesito ayuda para desentrañar los misterios de mi mente y de mi alma. Descubrir los mecanismos mentales que hacen que mi enfermedad este ahí, como funcionan, como cuando y por que me doy los atracones. Y esto es algo que yo solo no podía desentrañar, ni siquiera con la ayuda de un psicólogo. Necesitaba la ayuda de personas como yo. Personas que había pasado por la misma enfermedad que yo, y habían logrado recuperarse, para aprender lo que la enfermedad puede hacerle a mi mente, sobre todo si me creo que yo puedo ser autosuficiente, y que puedo vencer a la enfermedad en combate singular uno a uno.

Por que no será así, será un combate de yo contra el mundo, de mí contra todos los aspectos negativos de mi vida, y todos los estímulos externos que recibo tentándome a comer a diario, desde anuncios de televisión, a invitaciones de amigos, hasta ofrecimientos de comida.

No puedo poner toda mi vida en una balanza en un solo instante y pretender salir indemne de ello airoso yo solo. Mi mente, mi voluntad, como ser humano falible que soy, es finita, y por eso necesito la ayuda de dios expresada a través de mis compañeros de grupo de oa, de las coincidencias de mi vida, para salir adelante.

El desviarme de la fe es el mayor peligro para mi recuperación. La fe es el norte de mi recuperación. Oa me ayuda a ser mi propio psicólogo, y la fe es lo que me da la motivación para seguir adelante, para seguir viviendo trabajando, haciendo todo lo que tengo que hacer para vivir en recuperación, es decir para seguir usando las herramientas, para seguir viniendo.

Mi fe flaquea cuando la enfermedad alza su voz. Es en los viajes cuando soy especialmente vulnerable. Habitualmente tengo construida a mi alrededor una rutina que me protege de recaer y de la comida compulsiva. Pero cuando viajo esa rutina desaparece y me veo sometido a la presión que suponen las emociones de viajar, de conocer gente nueva, de volver a ver personas de mi pasado, de no saber que, como, cuando y donde voy a comer.

Así pues he aprendido que cuando la fe flaquea, y la enfermedad se hace más fuerte, necesito que la voz de oa resuene en mi cabeza con más fuerza. Cuando viajo necesito llamar el doble, escribir el doble, y por supuesto seguir yendo a reuniones. Desde que entre a Oa no he dejado de ir a reuniones nunca, por que en ello esta mi recuperación.

Por eso suelto riendas con este aspecto de mi vida, yo viajare cuando haya convenciones de Oa a las que ir, o a las ciudades donde haya grupos de oa a los que asistir, así me aseguro que vaya donde vaya, la palabra de oa y mi recuperación irán conmigo. Así puedo compartir también mi fortaleza y esperanza. Así no me alejo del lugar donde nació mi fe, que es Oa. Puede que me aleje geográficamente de mi grupo, pero no de Oa, por que siempre puedo visitar a otros grupos.


Por que de otra manera, yo no quiero alejarme de la fe, no siento que yo mismo pueda dudar de la fe, después de todo lo que esta me ha dado, que es una nueva vida. Eso si, la comida, y las recaídas tienen el poder de hacer que se me olviden cosas básicas del programa, pero cuando salgo de la recaída, vuelvo con mas fuerza al programa y siempre aprendo de la recaída, y por que recaí, y que estaba haciendo mal que me llevo a recaer.

Ahora ya no tengo el orgullo de creerme que yo solo puedo, que yo lo se todo y que yo estoy en lo correcto. No. Ahora se que necesito ayuda, que dios esta ahí para mi si yo lo quiero y lo busco, y que en Oa y en el trabajo de los pasos están las respuestas. Que hay muchas personas iguales que yo a las que puedo recurrir para que me ayuden, y que yo puedo ayudar a muchas otras. El orgullo de creerme en lo correcto y en la autosuficiencia, lleva al aislamiento y al no querer pedir ayuda ni a buscarla cuando es necesaria. Este es el obstáculo mas importante que un recién llegado debe salvar como yo lo hice, bajarse del orgullo de creer que puede el solo parar los atracones, y empezar a pedir ayuda. Si una persona ha llegado voluntariamente a oa por su propio pie, al menos ha buscado ayuda lo que ya es un comienzo.