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viernes, abril 10, 2009

Como relacionarse con personas Tóxicas

Este es un texto que encontre en Internet acerca de las personas que son tóxicas para nosotros y como tratarlos. Para mi como comedor compulsivo esto ese de vital importancia. Soy adicto a la comida. Cuando me duele, como. Uso la comida como droga para tapar este dolor. El dolor emocional he aprendido que se produce en mi principalmente por las relaciones con otras personas. Asi pues para evitar el dolor que me lleva a comer he de mejorar mi relación con los demas. Lo que me lleva a este texto. Yo en mi particular vision, las llamo "personas compulsivas". Son esas personas cuyo trato hacia mi es tan negativo que me causan un dolor tal que quiero comer. Poco a poco esas personas han tenido que ir saliendo de mi vida si queria salir de la enfermedad de la compulsion por la comida. Textos como este me han ayudado a ello.


Es inevitable, sobre todo en nuestras sociedades, encontrarse con personas tóxicas, y no sólo encontrarse, también las podemos tener muy cerca, en nuestro trabajo y….en la familia, nadie está libre de este contagio.
Si Ud. va caminando por una calle cualquiera, ¿Qué es más fácil ver tirado en el suelo, basura o monedas de oro? Ese es el problema, toparse con personas tóxicas es relativamente muy común, no así el encuentro de las Personas Nutricias, esas que irradian amor, bondad, armonía y paz. Un encuentro con ellas -las nutricias- nos llena de esperanza en la humanidad y en nosotros mismos.
Sin embargo, las personas que nos pueden quitar nuestra energía positiva y hasta intoxicarnos psíquicamente, pues muchos científicos dicen que ciertas palabras y actitudes son más dañinas que el mismo virus del SIDA, son las llamadas “Personas Tóxicas”.
Hoy es un hecho sin discusión entre psicoterapeutas y estudiosos de las neurociencias, la existencia de estas personas, en muchos casos diagnosticadas como psicópatas, pero en la mayoría de los casos, estos sujetos no alcanzan a ser evaluados clínicamente y menos tratados por su afección, pues no tienen conciencia de su enfermedad, sin embargo, abundan y debemos saber reconocerlos y protegernos de ellos y ellas.
Más allá de sus características patológicas, a nivel de convivencia habitual, se presentan como personas híper críticas, que siempre están viendo el lado amargo o negativo de las cosas, son manipuladores en busca de provecho personal, narcisos, egoístas, envidiosos, resentidos y siempre tratan de humillar a otros o de hacer sentir su importancia y una supuesta jerarquía especial, que sólo ellos disfrutan. Son incapaces de un elogio sincero o de reconocer un error propio. El trato con ellos o ellas, nos deja una sensación de frustración, de amargura o pena por su condición, pero sobre todo de vacío, inquietud y una baja de energía personal, si no estamos alertas.
Muchas veces su condición, a nivel de jerga popular, se relaciona con calificativos de: vampiro magnético, tóxico, petulante, manipulador, estafador, depredador, perverso, arpía, sádico, quintrala, diablo, etc…
Desde la perspectiva de la psicología o la psiquiatría, no existe una clasificación o un diagnóstico de “personas tóxicas” que esté estandarizado internacionalmente, pero en muchos libros y corrientes del pensar psiquiátrico se habla de “vínculos tóxicos”, los cuales, para que operen en la realidad o la convivencia cotidiana, necesitan a una persona de estas características psicopáticas y negativas y otra u otras que los escuchen, les presten atención o se vean involucrados por lazos de sangre, comerciales o profesionales.
Dentro de los autores del momento, sobre estos temas, Roxana Kreimer, es asertiva respecto de esa categoría, popularizada por la norteamericana Lilian Glass en su best seller "Toxic people" (Gente tóxica). Allí advierte que nadie es "ciento por ciento sano, ni física ni psicológicamente; por eso, es importante atender los patrones caracterológicos y sus efectos", observa Glass. "Los comportamientos destructivos son tolerados si aparecen de manera esporádica. Pero cuando se repiten con frecuencia, contaminan las relaciones interpersonales", dice Kreimer.

Estas personas aisladas, no tienen mucho efecto negativo, y las podemos evitar fácilmente, pero si por alguna circunstancia de la vida, llegamos a establecer o tener una relación estable con alguna de ellas, como jefe, pareja, socio o familiar cercano, estamos en problemas y debemos tomar algunas precauciones.
Un gran filósofo, Baruch Espinoza (1670), es tal vez la persona que mejor a tratado el tema y analizado estos casos, él habla de “encuentros que potencian nuestras energías y nos dan alegría, y los que las disminuyen y producen tristeza. Cuando dos cuerpos se convienen entre sí, multiplican su potencia. Y cuando no lo hacen se produce un mal encuentro, semejante a una especie de envenenamiento", enfoque claro y preciso de lo que queremos analizar.
El más grande de los pensadores chinos y formador del espíritu clásico de la antigua China, filósofo, estadista y educador, Confucio (Kong-Fu-TSE) siglo V AC, también dedicó parte de su tiempo a estudiar estas personas, al decir que “si uno se topa con gente buena, debe tratar de imitarla, y si uno se topa con gente mala, debe examinarse a sí mismo". Y caracteriza a la gente tóxica "por su falta absoluta de empatía con el otro".
Bien, con estas reflexiones, tenemos material más que suficiente para saber como son estas personas e identificar a aquellas que están cerca de nosotros, si es que existen, y poder ahora, con ciertas claves, neutralizar su efecto sobre nosotros y nuestras vidas. Es importante aclarar que no se trata de despreciar o denigrar a nadie, pero debemos ser conscientes, que muchas personas, en nuestro entorno, están enfermas o sufren de estas tendencias destructivas, y sin darse cuenta realmente del daño que pueden hacer, no pueden evitar proyectar su ponzoña, criticar o envenenar cualquier relación o vínculo. Son como ciertas fieras enfermas, que pese a estar saciadas y no tener hambre, no pueden evitar matar, para sentir el sabor y olor de la sangre.

Que debemos tener presente para evitar este contagio:

1. Lo primero es comprender que estas personas existen y son compulsivas en la crítica, el desprecio, la falta de empatía y compasión por el otro, que no pueden evitar ser así, es algo mecánico y natural en ellas, por lo tanto irreflexivo y fuera del alcance de la razón, la conciencia y la posibilidad de cambio o modificación por sugerencias del buen convivir.
2. Si tenemos cercanía con ellas, con respeto y buenas maneras, explicarle que no queremos escuchar sus críticas y comentarios venenosos sobre personas o de situaciones diarias. Quitarles tribuna y audiencia.
3. Estas personas buscan con quien desahogarse y compartir, muchas veces invitan a cenar, almorzar a sus casas, o un café al paso, para desarrollar su afán. Debemos analizar si queremos exponernos a estas toxinas psíquicas, y rechazar estos invites.



4. No debemos ser ingenuos y jamás entregar información personal o íntima a estas personas, para que después nos hagan daño. Debemos cerrarles los canales de información de nuestras vidas, ser cautos en esto. Y repito, no se trata de dañarlas o despreciarlas, se trata de defender nuestras vidas y nuestra salud.
5. Si por los vínculos que tenemos, debemos vivir cerca de ellos y compartir muchas actividades y horas con ellos, debemos abstraernos de su presencia, no relacionarnos con ellos, tratarlos con respeto, pero con el mínimo contacto.
6. Si por ciertas circunstancias, debemos oír unos comentarios venenosos de ellos, hagamos como que prestamos alguna atención, pero lo ideal es bloquearse, no oír nada y menos comentar algo. Ser impávidos. O recordar los tres filtros de Sócrates, “no repitas nada que no sea bueno, útil y verdadero”.
7. Al tóxico se le trata con amabilidad, pero nunca se le refuerza, alaba o aplaude un comentario venenoso, a eso no se le presta atención.
8. Es fundamental si estamos cerca de ellos, permanecer muy alertas y concientes, para neutralizar su influencia negativa, sobre todo, en esos momentos, recordar aspectos positivos nuestros, mantener muy alta nuestra auto estima.
9. En general, la regla es identificarlos, mantenerlos lejos, tener el mínimo de contacto con ellos y ser claros y asertivos con ellos. Y no está demás también analizarnos a nosotros mismos, pues es posible que presentemos en ciertos momentos actitudes o expresiones tóxicas con algunas personas. La regla de oro siempre es, no hacer a otros, lo que no queremos que nos hagan a nosotros.

Estas personas pueden también tomar una forma más ingenua, de robar nuestro tiempo y energía, al convertirse en “vampiros emocionales”, que son aquellas personas que nos dan largas chácharas por teléfono, que nos hostigan con sus quejas y dolencias físicas o personales, otros de tipo apocalíptico, que inundan con tremendos problemas que están ocurriendo, que es el fin de los tiempos, unos muy astutos que nos sacan información íntima o privada para su uso personal, algunos que nos preguntan de todo, para resolver sus problemas domésticos, etc….en fin, formas de un mismo mal.

5 Comentarios:

Anonymous Anónimo escribio...

Me interesa mucho este tema, a veces es dificil mantener el espacio vital intacto, casi siempre, es imposible. pero de dónde viene todo eso? porq unos absorven energías y otros son absorvidos?? tengo 26 años tengo solucion???

28 febrero, 2010 21:46  
Blogger m2c escribio...

Hola Anonimo.

La codependencia es un defecto de caracter que puede convertirse en su propia adiccion. ¿Y que es la codependencia segun mi humilde opinion? La adiccion a personas o relaciones insanas que nos hacen daño.

Como tal, la codependencia es un factor que he visto en mi mismo y en otras personas que he conocido, adictas o no.

Hay un programa de 12 pasos que trabaja sobre la codependencia y su nombre es coda. www.coda.org

Con 26 años aun tienes mucho tiempo por delante. Yo llegue con 27 años a comedores compulsivos.

Nunca es tarde si la dicha es buena.

Un saludo.

01 marzo, 2010 22:47  
Anonymous Anónimo escribio...

Un tema muy interesante.Y un alivio,también,saber que esos comportamientos ajenos y propios tienen una explicación y no son locuras de uno mismo.Saludos.

18 noviembre, 2010 14:10  
Anonymous Anónimo escribio...

Tengo unos suegros tóxicos vivo en una casa créditos de la de ellos y utilizan a mi hija su nieta para tratar de controlar la situación entre mi marido y yo todo lo que hago o digo en mi casa no es privado lo q molesta es que por mas que los evite me entero siempre que hablan cosa negativas de mi y cuando se les reclaman se pintan de sátiras y nunca admiten que están de mas quisiera irme pero no tengo familia ni apoyo de nadie ni emocional ni económicamente solo rezo a Dios un milagro

31 marzo, 2012 15:45  
Anonymous Anónimo escribio...

De gran ayuda

31 marzo, 2012 15:47  

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