ESCRIBE AQUI EL TEMA SOBRE EL QUE QUIERES LEER EN MI BLOG:
Búsqueda personalizada

viernes, enero 22, 2010

continuacion primer paso finales 2009, inicio 2010

La enfermedad de la comida compulsiva es de tres naturalezas: FISICA, EMOCIONAL Y ESPIRITUAL.

Comer compulsivamente no se origina simplemente de los malos hábitos alimenticios aprendidos en la infancia, ni a causa de problemas y desajustes, ni únicamente por amor a la comida, a pesar de que estos tres factores pueden influir en su desarrollo. Es posible que muchos de nosotros hayamos nacido con una predisposición física o emocional para comer compulsivamente. Cualquiera que sea la causa, la realidad hoy es que, en lo concerniente a comida, nosotros no somos como la gente normal."

A veces he escuchado que saber el origen del la enfermedad no ayuda a curarse. No hay un botón de encendido y apagado en mi cabeza, o eso me dicen, por el cual yo voy a dejar de ser comedor compulsivo. El origen de mi enfermedad es ese vacío emocional, y falta de afectividad, que se gesto en mi niñez por la infancia que tuve. Por el hogar en el que crecí y el ambiente escolar y en el barrio en que crecí.

Si bien a mi familia he podido perdonarlos y comprender que ellos están tan enfermos como yo, el resto de personas con las que me cruce hasta los dieciséis años, no. Mis iguales, chicos de mi generación que me avasallaron y que tanto dolor me hicieron. Ese dolor esta ahí, y solo pensar en ello me pone muy triste y compulsivo. Yo no se lo que tenia cada uno en su casa. Quizás todos ellos estaban tan enfermos como yo, y yo solo era el chivo expiatorio. El caso es que yo sigo sufriendo por aquello que paso hace más de 15 años. Necesito curar esa herida. No por que crea que puede curar mi compulsión por la comida, si no para dejar de sufrir por ello, y dejar de atacarme a mi mismo, repitiéndome una y otra vez que fui un débil por dejarme avasallar. Necesito perdonarme y perdonarles. Para mitigar ese dolor. No espero curar mi compulsión por la comida así, pero si al menos tener una causa menos por la que ponerme compulsivo, y yo diría la que más directa y rápida me pone compulsivo, al menos actualmente.


Igual que los comedores compulsivos, los comedores normales en alguna ocasión encuentran placer y evasión de los problemas de la vida consumiendo comida en exceso. Los comedores compulsivos, sin embargo, a menudo presentan una REACCION ANORMAL: cuando abusamos, no podemos detenernos.

Un comedor normal se siente lleno y pierde interés en la comida.

Yo a veces si tengo el impulso de parar y dejo de comer. Pero solo para volver a comer horas más tarde aunque no tenga hambre. Antes no podía parar, hasta que el cuerpo me dolía tanto que era o parar de comer o reventaba. Supongo que ahora paro por que me acuerdo del dolor que supone un cólico biliar.

Nosotros, los comedores compulsivos, ansiamos más. Algunos de nosotros, inclusive, tenemos una reacción hacia determinados alimentos: mientras otros pueden sentarse confortablemente y comer porciones sencillas, nosotros nos sentimos impulsados a comer otra porción después de terminar la primera.... y otra mas.... y otra mas. No todos los comedores compulsivos podemos identificar estos alimentos determinados que nos causan problema, pero muchos si podemos hacerlo.

Identificarlos y reconocerlos, admitir que tal alimento es compulsivo, por que muchas veces no he querido reconocerlo. O un alimento sano, lo vuelvo compulsivo y lo empiezo a usar como sustitutivo. Con los alimentos compulsivos la línea no esta tan clara como con el alcohol. Ojala. La de veces que me he engañado a mi mismo, o racionalizado que un alimento no era compulsivo cuando en verdad si lo era. Una compañera dijo una vez en un grupo que un alimento dudoso era un alimento compulsivo el cual no quiero reconocer como compulsivo. No recuerdo haber leído en ninguna parte de la literatura nada sobre alimentos dudosos. Parece que eso es un invento de nuestras mentes enfermas vencidas por la gula, que no quieren dejar de comer esos alimentos. Y le dan el beneficio de la duda. No saber si un alimento o no es compulsivo es una cosa. Pero otra es no querer reconocerlo como compulsivo. Es un maquillaje de la recaída. Si no es con honestidad no funciona.

Lo que todos nosotros parecemos tener en común es que NUESTROS CUERPOS Y NUESTRAS MENTES parecen mandarnos señales acerca de la comida, que son muy diferentes de los que reciben los comedores normales.

Yo no tengo una buena percepción de lo que es poco o mucho, y también me engaño mucho con cuando tengo hambre y cuando no, sobre todo cuando ya he comida, diciendo que me he quedado con hambre para añadir ese “extra” compulsivo.