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sábado, marzo 06, 2010

Sugerencias para la recuperacion de CODA (codependientes anonimos)

SUGERENCIAS PARA LA RECUPERACION.
Realizado por un comité de Dallas / Fort Worth Metroplex CoDA CSG



1. Me tomo mi tiempo para detener la adicción. Primero, evito “hacerme daño a mí mismo”. Mi recuperación es un proceso que me enseña a ver por mí en primer lugar, y luego por los demás. Cualquiera que sea mi adicción (alcohol, trabajo, juego, comida, sexo, religión, terapia, relaciones), comenzaré por tratarla. No puedo estar allí para alguien más hasta que esté presente para mí mismo. Voy a parar los comportamientos adictivos el tiempo suficiente como para aprender a cuidarme a mí mismo de forma apropiada. Me doy un tiempo ilimitado para cumplir este aprendizaje. Asisto a un grupo de los Doce Pasos que trate esta adicción particular.



2. El aislamiento y la negación pueden haber sido buenas técnicas de supervivencia, pero no son curas para la codependencia. Un grupo de apoyo para la recuperación puede crear la atmósfera apropiada para aprender cómo relacionarme con los demás. Un grupo efectivo me ayuda a definir el punto de equilibrio entre la codependencia, la dependencia, la independencia y la interdependencia. Aunque deje de asistir a las reuniones y de compartir en aras de mi propia seguridad, puedo experimentar el crecimiento, el conocimiento y la recuperación que resultan de trabajar en solitud o retiro.



3. Desarrollar un sistema o red de apoyo es vital para mi recuperación. La asistencia regular a las reuniones es un buen comienzo. Algunas sugerencias para desarrollar mi sistema o red de apoyo son: tratar con otros miembros tras las reuniones; pedirle a alguien del mismo sexo su número de teléfono y llamarle; y encontrar un padrino. El uso de mi sistema o red de apoyo reforzará mi recuperación. Mi presencia física presta apoyo y valentía a los demás.



4. Pido lo que necesito y quiero. Es mi derecho y mi responsabilidad. Aprendo a identificar a una persona que aporte seguridad y comprensión.



5. Confiar es un gran asunto. Confiar puede parecer algo arriesgado si me sentí traicionado por Dios, por mi cónyuge, por mis padres, por el clero, por el profesor o por mi terapeuta. Sin embargo, resulta esencial tener confianza si he de arriesgarme a cambiarme a mí mismo y a mis acciones. Cuando tiendo mi mano y confío en alguien, de nuevo empiezo a tener confianza en mis propios juicios. Con el tiempo, aprendo a confiar en un “poder mayor que yo mismo”.



6. Tan sólo soy responsable del 50% de los éxitos o fracasos de mis relaciones – ¡ni más ni menos!



7. Mi grupo de apoyo y mi padrino son excelentes recursos para comprobar en qué medida soy realista con las metas que establezco con respecto a mi recuperación. Es muy fácil entusiasmarse al ver algún avance en nuestra recuperación, y desilusionarse y desanimarse al recaer en algún antiguo comportamiento. La recuperación no se produce de la noche a la mañana. Mi recuperación se logra despacio, suavemente, y de forma más sabia con la ayuda de un grupo de apoyo y de un padrino.



8. Cuando tenga alguna duda, haré comprobaciones. Si algo parece equivocado, no voy a hacerlo sin haberlo analizado junto con mi padrino o con alguien en quien confíe.



9. Yo tomo mis decisiones, aun cuando puedan ser dolorosas e incómodas. Me pongo en primer lugar, y aquellos por los que me intereso en un cercano segundo lugar. Soy cuidadoso y considerado con mis necesidades y deseos.



10. Los que me rodean pueden reaccionar de forma negativa a mis cambios. Mis cambios pueden resultar molestos a un sistema que estaba acostumbrado al desequilibrio. Algunos sistemas familiares perpetúan la disfunción porque se han acostumbrado a ella, o porque dicho comportamiento resulta cómodo. Un insano sistema familiar puede llegar a desestabilizarse aún más cuando uno de sus miembros busca formas sanas de relacionarse.



11. ¡Celebro! Hago mis propias celebraciones, sin importar cuán grande o pequeño sea el logro. Cuando pueda estaré disponible para las celebraciones de los demás. Los cumpleaños y los aniversarios de CoDA son especialmente importantes. Son un reconocimiento de cosas importantes que pueden haberse considerado triviales en el pasado. Estoy listo para experimentar alegría porque soy un niño precioso.



12. Tengo derecho a mis sentimientos. Nadie puede decirme cómo me he de sentir. Puedo aprender a confiar en mis sentimientos y a expresarlos de forma apropiada. El enojo es un sentimiento apropiado, pero mi expresión o mi reacción puede ser inapropiada o dañina.



13. Me recupero a mi propio ritmo. El programa de recuperación de CoDA es lo suficientemente flexible como para permitirme definir mi propia velocidad de recuperación. Tan sólo me hago cargo de aquello que pueda manejar, de acuerdo a mi propia experiencia, fortaleza y esperanza.



14. Evito obsesionarme con los problemas y defectos de los demás. La obsesión con los demás resulta engañosa. Impide que me concentre en mi propio comportamiento insano y en mis actitudes.



15. La alimentación, el descanso y la recreación también son importantes. Me tomo mi tiempo para descansar, dormir, relajarme y para la recreación. Quiero dedicar tanto tiempo a la recreación como el que utilizo para trabajar y para recuperarme. Este equilibrio es necesario para contrarrestar mi obsesión por el trabajo.



16. El dolor es importante en la recuperación. El dolor es un proceso necesario al tratar con mis pérdidas, desengaños, sueños frustrados y desilusiones pasadas. Si no experimenté dolor cuando tales cosas ocurrieron, es que niego el dolor. Cuando esté listo, experimentaré el proceso del dolor.



17. Cuidado con la “cura geográfica” y la simple “cónyuge-extirpación”. A menos me haya ocupado de mis asuntos en el proceso de recuperación, los mismos problemas reaparecerán donde sea y con quien sea. Lo único que cambiará será el contexto.



18. Sin un proceso de recuperación, la codependencia es cíclica y progresiva. Contribuye enormemente al dolor y a la enfermedad de los que la padecen y de sus familias. Si no se trata, la enfermedad puede ser mortal.



19. La codependencia se hereda. Los patrones de conducta aprendidos se transmiten de una generación a otra. Sin conciencia del problema y sin acción correctiva, el problema continuará en generaciones futuras.



20. Sé que he de evitar comenzar una nueva relación de compromiso cuando recién llego a CoDA. Si ya estoy en una relación, trabajo sobre mí mismo sin esperar que la otra persona cambie.



21. Por el momento no decidiré poner fin a mis relaciones actuales. No he de dañar o destruir relaciones tan sólo porque no pueda identificar el grado de disfunción en mí o en ellas. La recuperación es mucho más fácil si me encuentro en una situación estable. Si algo aún parece bueno en la relación, asegúrate. Puede que merezca la pena conservarla y recobrarla.



22. Necesito establecer buenos límites con los que abusan de mí para evitar más abusos. Si el abuso llega a poner en peligro mi vida, tengo que abandonarlo de inmediato. Si el abuso es sólo menor, hay muchos límites que pueden protegerme y que son menos drásticos y potencialmente menos dañinos para mí que el cortar una relación por completo.



23. Dedico tiempo para rezar y meditar a diario, para alimentar y cultivar mi mente, mi cuerpo y mi alma.



24. Yo decido cómo me siento con respecto a mis experiencias. Si experimento algo en forma dañina o perjudicial con respecto a algo o alguien, quiero contarle a un veterano del programa mi experiencia y aprender cómo ayudarme a mí mismo a relacionarme mejor. Aprendo cómo “cambiarme,” de modo que la situación o la persona no me controle ni a mí ni a mis acciones.



25. Escribir y redactar una memoria son otros aspectos de mi proceso de recuperación. Después del estímulo cariñoso y la aceptación, hago un mejor trabajo en crear mis propias definiciones acerca de quién soy y de lo que quiero ser en este mundo.



26. Si aún espero que alguien perfecto (puede tratarse incluso de un padrino de CoDA) me rescate de mi vida o de mi miseria, es que todavía estoy “usando”. Abandono mi adicción codependiente al llevar a cabo acciones apropiadas que satisfagan mis propias necesidades; al no depender totalmente de que alguna otra persona cubra todas mis necesidades por mí; y al confiar un poco en varias personas dignas de confianza.



27. La definición más importante que necesito realizar es mi definición del “yo.” Siempre he confiado en los demás para que dieran esa definición en mi lugar, lo cual es parte de mi definición de “codependencia.” La “sobriedad” respecto de mi codependencia consiste en reemplazar estas “viejas grabaciones” por mis propios significados y definiciones de quién soy yo.



28. Cuidado con las triangulaciones. Éstas pueden incluirme a mí a ti y a nuestro hijo, a otro interés relacionado con el amor, al trabajo, padres, a alguien compasivo, a CoDA, a un terapeuta, al clero, al padrino, etc. Tengo que reconocer que los triángulos son potencialmente poderosos, nocivos y dañinos para al menos a una de las tres partes involucradas. Este daño potencial se da porque una de las personas es normalmente excluida de la presencia de las otras dos. Si hago cosas que propician recelo con respecto a la otra relación, estaré provocando un sufrimiento adicional a la persona que dejo fuera. Hasta que no se genere confianza con respecto a la otra relación de la que formo parte, será percibido por la persona excluida como una infidelidad emocional, en el mejor de los casos.

Fuente : CODEPENDIENTES ANONIMOS