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domingo, noviembre 20, 2011

Recuperando mi dignidad

Gracias a la dignidad por mi mismo que he descubierto trabajando el programa de 12 pasos he aprendido a pedir perdón y reparar mis errores sin sentirme humillado. Puede que no me guste, o que me duela, pero puedo hacerlo. Por que he aprendido a renunciar al orgullo, que es un veneno que no me puedo permitir.
También he aprendido a decir que no, a poner limites a las personas que abusan de mi, a decir lo que pienso y siento, y a vivir mis emociones sin tratar de huir de ellas. He aprendido a vivir con dignidad sin querer huir de mi mismo.
Y por supuesto ahora se que me merezco algo mejor que estar todo el día encerrado y comiendo, y tener un carácter de perros.
Dignidad para mí como comedor compulsivo es sentirme libre de la obsesión por la comida tras varios días de abstinencia. Dignidad también es sentirme comprendido y apoyado por mis familiares y amigos, y no presionando o culpabilizado, vigilado. El apoyo de la familia es fundamental por que ya uno mismo se machaca sobre manera como para encima andar aguantando la negatividad de los demás hacia mí por mi manera destructiva de comer.

Servicio y reuniones

¿Cual es la importancia de dar servicio en CCA? El servicio mantiene mi mente alejada de la compulsión por la comida y mantiene funcionando la estructura de OA. Cuanto más de mi tiempo le doy a OA más recuperación recibo. Esto hace que la comida y los resentimientos vayan saliendo de mi cabeza y entre la recuperación poco a poco, por que el servicio trae a mi las virtudes de la humildad, el esfuerzo, y la buena voluntad de un trabajo bien hecho. ¿Cual es la importancia de las reuniones? En las reuniones yo puedo constatar como otras personas se recuperan y se mantienen abstinentes. Ver a otros mejorar y resistir es lo que me hace a mí seguir adelante día a día. Por que se que hay esperanza y otra manera de vivir. ¿Porque son importantes en mi camino a la recuperación? Estas dos herramientas son vitales por que trabajan en cambiar mi mentalidad enferma hacia la mentalidad de la recuperación. Son herramientas de recuperación. Creo que simplemente, como su nombre indica, si las uso me recupero.

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miércoles, noviembre 09, 2011

Cuanto más des, más recibiras

La recuperación se transmite de persona a persona, estoy convencido de ello. Si me la quedo para mi, se pierde. Sin embargo si trasmito lo que he aprendido, más llegara hacia mí. Es como si la recuperación fuera un canal, un río, una corriente eléctrica, que fluye a través de mí. Y esta se origina en dios, en mi poder superior, y llega hasta mí a través de las compañeras del programa y el uso de las herramientas. Ser generoso es como una especie de ley universal. Cuanto más doy a los demás, y soy generoso, mas recibo de vuelta. Y no solo en cuanto a los objetos físicos materiales. También en cuanto a la recuperación. Trasmitir todo lo que he aprendido me ayuda a reforzar mi propia recuperación. El egoísmo solo genera mas defectos de carácter, como la envidia y o la ira. Sin embargo la generosidad, es el camino opuesto del egoísmo y como virtud opuesta a un defecto de carácter, solo puede estar en la senda de la recuperación. Es por esto que creo que mi recuperación exige de mí ser mejor persona, y en este punto concreto, dejar de ser egoísta y ser generoso. En todo. Por ejemplo todo el tiempo que le he dado a Oa, la hermandad me lo ha devuelto en forma de recuperación. Tiempo dedicado a las reuniones, al servicio, a tener contacto con otras personas del programa. El beneficio siempre ha sido mayor de lo que yo he dado. Termina de dejar de ser un sacrificio y empieza a ser un placer, por que me da la misma vida.

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martes, noviembre 01, 2011

Ellos tambien se dan atracones

Este articulo me ha parecido muy interesantes por que yo pertenezco a ese porcentaje de hombres con trastornos de la alimentacion. Lo peor es que el desconocimiento hace que muchos hombres padezcamos estas enfermedad y no lo sepamos... Articulo Extraido del periodico el mundo: Ver el artículo original Si es de los que se pasan todo el día picando, o de los que, al llegar la noche, se da una opípara cena con alimentos hipercalóricos y no puede dejar de comer, quizás tenga un trastorno de la alimentación. Si, por ser hombre, no ha pensado nunca que esto pueda ser un problema, a pesar de tener sobrepeso u obesidad, no se engañe, debería consultar con un médico. Los trastornos por atracón, aunque son más frecuentes entre las mujeres, también afectan a los varones. Sin embargo, son pocos los estudios que incluyen al genéro masculino cuando se trata de analizar estas alteraciones de la nutrición. Esto es lo que denuncia un estudio, publicado en la revista 'International Journal of Eating Disorders', en el que también se muestra cómo afectan estos trastornos al rendimiento laboral. Son difíciles de reconocer, porque cuando una persona se da un atracón de comida no suele pensar que tenga un problema. Sin embargo, a diferencia de la anorexia o la bulimia, ésta es una enfermedad de adultos. "Explorar su incidencia en la población es difícil. Habitualmente se producen por haber realizado una dieta restrictiva o de aquellas que contienen sólo un alimento. Ése es el factor precipitante", señala Luis Beato, jefe de Sección de la Unidad de Trastornos Alimentarios del Hospital General de Ciudad Real. Se considera que una persona tiene un trastorno por atracón cuando recurrentemente tiene una ingesta excesiva de comida, con un alto contenido calórico (normalmente carbohidratos) en ausencia de una conducta compensatoria, como el vómito, el empleo de laxantes o el ayuno, típicos de la bulimia o la anorexia. Normalmente está asociado a los cuadros de ánimo, como ansiedad o estrés, que la persona calma con la comida. La ingesta produce estimulación del sistema parasimpático que produce un efecto sedante. "Y los alimentos más gratificantes son los que tienen hidratos de carbono, porque son los que mejor se absorben y pasan antes a la sangre, por lo que sancian más", explica Beato. Existen diferentes modalidades de este trastorno. "Por un lado está la ingesta compulsiva, que se caracteriza por picar durante todo el día. Otra versión es la ingesta por descontrol, que es cuando planificas comer algo y acabas comiendo más de lo previsto. Y luego está la ingesta nocturna, que es la más difícil de tratar porque el paciente no es consciente de que se levanta por la noche y come, es similar a un trastorno del sueño, la persona está como sonámbula e ingiere lo que no se permite comer durante el día", aclara este psiquiatra. Menos rendimiento laboral Aunque las que acuden a la consulta suelen ser en su mayoría mujeres, este problema también afecta a los hombres. Tal y como explica Ruth R. Striegel, de la Universidad Wesleyan (Connecticut, EEUU) y autora del estudio mencionado, "los trastornos por atracón están estrechamente relacionados con la obesidad y el exceso de peso al igual que con el inicio de hipertensión, diabetes y alteraciones psiquiátricas. Sin embargo, la mayor parte de la evidencia sobre el impacto de los atracones está basada en muestras femeninas, como la mayoría de los estudios sobre trastornos de la alimentación, que reclutan a mujeres". Por este motivo, la Dra. Striegel ha llevado a cabo su trabajo con la participación de 21.743 hombres y 24.608 mujeres que completaron un cuestionario sobre comportamientos y actitudes relacionados con la salud y sobre su funcionamiento psicosocial. El riesgo de sufrir un trastorno por atracón se midió utilizando cuatro preguntas: "¿Alguna vez come algo que otros consideran inusualmente una gran cantidad de comida?; ¿en el pasado mes, sintió haber perdido el control con la comida?; ¿cuántas veces ha comido algo que otras personas consideran una canitdad exagerada?; ¿en el último mes, cuántas veces ha perdido el control con la alimentación?". Tras analizar los datos, los investigadores detectaron que el 7,5% de los hombres y el 11,19% de las mujeres sufrían un trastorno por atracón. Estas personas tenían más sobrepeso u obesidad que el resto de los participantes y se encontró también una mayor, aunque moderada, incidencia de depresión y estrés, sobre todo en las mujeres. Otro factor que sí que tuvo una fuerte asociación con los problemas de alimentación fue la pérdida de días de trabajo debido a enfermedad y la disminución de la productividad laboral, algo que afectó sobre todo a los varones. "Más allá de los problemas de depresión, ansiedad y obesidad, el trastorno por atracón también está asociado con un deterioro en el rendimiento laboral [...] Se necesitan campañas de Salud Pública para incrementar la concienciación sobre el deterioro psicosocial asociado con estos trastornos y valorar las actitudes negativas o falsas ideas sobre el trastorno por atracón y su tratamiento", señalan los autores. Además, las personas que tienen este problema deben saber que existen tratamientos eficaces. Así lo demuestran diferentes investigaciones sobre este tema, la última, publicada en 'Behaviour Research and Therapy', ha sido realizada por especialistas del Departamento de Psiquiatría de las universidades de Yale y de Pennsylvania (EEUU). En este estudio se constata que establecer un programa terapéutico consistente en sesiones de terapia cognitiva y una dieta baja en calorías, logra una remisión de este trastorno y una pérdida de peso en al menos el 30% de los pacientes que lo siguen. En nuestro país se está aplicando algo similar, un tratamiento orientado a aumentar el control de la persona sobre su alimentación y a incorporar unos hábitos de ejercicio en su vida. Como señala Beato, "sabemos que hay que evitar el efecto yo-yo de las dietas. Lo mejor es que la dieta y la actividad física sean compatibles con su vida". Para las personas que picotean todo el día, se plantea la ingesta de cinco o seis comidas al día, sin pasar más de tres horas entre ellas, para retrasar el estímulo de gratificación que obtienen con el atracón. Se trata de aumentar el control de la persona sobre su alimentación, y con ello su autoestima. "Si consigue esto empezará a incorporar hábitos como la ingesta de verduras, la toma de desayunos completos, etc. Cuando ocurre esto, el paciente no tiene la sensación de alimentos prohibidos. Lo importante es no obsesionarse con la pérdida de peso, entonces será, precisamente, cuando empiece a perder peso", aclara este especialista.

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