Continuando con el cuarto paso (y 3)
¿Cómo nos ha llevado
a comportarnos el egocentrismo y el orgullo?
Ignorando a los demás, o el daño que podía hacerles. No
pidiendo perdón y pensando solo en mí. Eso es ignorarles, no preocuparme por lo
que sentían o por como se encontraban. Hice daño y no pensé en las
consecuencias o en lo que hacia. Me sentía agredido, criticado y respondía
igualmente, agrediendo emocionalmente y criticando.
¿Es la búsqueda de
una posición social una obsesión para nosotros?
Pues si y no. Ahora ya me da igual, pero en su momento,
cuando era un niño o un adolescente, creía de una manera infantil que de mayor
seria rico. Por que si, sin hacer nada por ello. Era de la nada al todo, y ya
dado por hecho. Tenia las ideas muy equivocadas.
Hoy día el dinero es una preocupación para mí, pero ya no
por el hecho de ser más o menos rico, si no por poder vivir desahogado.
Continuamente le estoy dando vueltas en la cabeza a ideas sobre como ganar más
dinero, a trabajo extras, a negocios.
En el fondo creo que estoy cansado de trabajar para otros,
por la cantidad de situaciones dolorosas e incomodas que eso me traiga. Me
gustaría trabajar para mí para no tener que aguantar los defectos de carácter
de nadie.
La búsqueda de una posición social también ha sido un
objetivo, pero no una obsesión, cuando he querido darme a valer como persona
entre mis iguales, organizando actividades, asistiendo a eventos. Ahí si he
visto en mi cierta competitividad. Como manera de levantar mi orgullo y luchar
por recuperar mi autoestima.
Etiquetas: cuarto paso
0 Comentarios:
Publicar un comentario
<< Home