inventario sobre viajes y supermercado
Los viajes: En los últimos meses me he
permitido viajar e ir a cuantos eventos he querido. Viajar hace que mi rutina
de comidas se tambalee. Era en los viajes cuando comía frutos secos, porque no
había otra cosa, con la excusa de que había comido poco. Poco a poco en cada
viaje empecé a notar como mi plan de comidas se torcía cada vez mas. Y me
dejaron de merecer la pena los viajes, porque tampoco me lo pasaba tan bien.
Mi novia me presiona por que quiere
viajar, ver mundo. Lo asocia a conocer y ver gente, yo hay detrás veo su
egocentrismo y su codependencia, su adicción a la gente. Yo no necesito a nadie
para estar bien, no me aburro conmigo mismo. Y yo no me aburro en la ciudad. Siempre tengo cosas que hacer, gente a quien
ver, algo que leer o que escribir.
El supermercado: Hacer la compra es algo que
actualmente me supera. Ir a un supermercado me pone compulsivo. Me inunda de
tentaciones. Estuvo mi pareja unos días fuera, y yo me vi obligado a tener que
comprar mi propia comida. Cuando llevo un tiempo abstinente, mi problema con
los supermercados se mitiga o desaparece. Pero el hecho de llegar tocado por
los cumpleaños y los viajes, hizo que a la segunda o tercera ver que puse un
pie en un supermercado, no lo pudiera soportar y comprara algo compulsivo para mi.
Todo empezó un día que hice un
pequeño viaje en coche, y acabe en una zona lejos de casa a la que no voy
habitualmente. Allí había un supermercado de una marca a la que no voy nunca, y
entre por variar. Realmente siempre compramos en el mismo sitio y así pronto me
termino aburriendo de la misma comida. Creo que en esta decisión hubo gula por
mi parte. Bueno ya que estoy aquí, voy a hacer algo de compra y voy a variar
algo. No caí en aquel momento, pero ya me di permiso para entrar a un
supermercado, cuando realmente yo lo que debería de hacer es pedir la comida
para que me la repartan a domicilio como he hecho muchas veces.
Etiquetas: viajes
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