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viernes, octubre 25, 2013

Preguntas del cuarto paso


¿Tenemos ansia de poder?

Más que poder, autoestima. Nunca he considerado el mando como algo apetecible, pero si he deseado levantarme la autoestima, pisoteada durante tantos años a base no de controlar o de mandar, o avasallar, si no de mejorarme a mi mismo y demostrar lo que valgo con mis acciones. Yo diría que no se trata de orgullo o soberbia, si no de un punto de autoestima. Tratar de ser yo mejor para estar mejor conmigo mismo, sin tener que pisotear a otro en el proceso. Creo que es así como el ansia de poder se traduce de orgullo en autoestima.

¿Disfrutamos gobernando a los demás?

Nunca me lo he planteado. Creo que no especialmente. La mía no era una codependencia controladora sino más bien pasiva. Una vez fui jefe en una empresa y la verdad es que lo pase mal cuando hubo conflictos con los trabajadores y la empresa. No me gusta mandar ni llevar la razón especialmente. Solo me gusta llevarme bien con la gente. Si trataba de gobernar a otros, que no digo que no, lo hacía inconscientemente.

¿Por que medios hemos tratado de controlar a nuestros cónyuges, padres, hermanos, o hermanas, hijos, amigos, empleados, compañeros, profesores y otros?

Mediante el chantaje emocional, amenazando, gritando, con la violencia física. Durante el inicio de mi juventud estuve bastante descontrolado y aunque era mas o menos normal, si que tenia momentos de extremos en los que sacaba a relucir un fuerte carácter agresivo hacia los demás.

¿Manipulamos a la gente? ¿La intimidamos?

Yo era más intimidador verbal que manipulador indirecto. Aunque creo que mezclaba las dos cosas y trataba de manipular a las personas mediante la intimidación. Aunque solo lo hacia cuando me veía muy acorralado o desesperado.

¿Hemos sido celosamente posesivos de un compañero o amigo?

Cuando crecí me di cuenta que de niño no parecía que tuviera amigos, parecía que tenia novios. Más que nada por que me obsesionaba. Hay veo como era mi codependencia de terrible. Además pasaba del te quiero al te odio y no te hablo muy rápidamente. Por supuesto tuve que aprender a base de palos que el que yo pensaba que era mi amigo del alma no opinaba lo mismo sobre mí.

Creo que mi comportamiento fue así por que de niño me costaba mucho encontrar amigos, conservar los que tenía o tener un trato normal. Además con el acoso que viví, y el miedo terrible que pase a salir a la calle, corte de raíz las amistades, Durante mucho tiempo no tuve amigos. Era o todo o nada. Mentalidad típica de un comedor compulsivo.

Creo que no era muy celoso, pero si muy codependiente.

¿Cómo reaccionamos cuando no nos salimos con la nuestra?

Antes de entrar en oa era un niño pequeño de pataletas. Creo que reaccionaba con violencia, tanto física como verbal. Recuerdo explosiones mías de ira, de gritar, de insultar, de lanzar objetos contra el suelo. No aceptaba las cosas, ni sabía que era la aceptación. Y luego venia el dolor extremo y la desesperación cuando las cosas no eran como yo deseaba y veía que la explosión no lo cambiaba, por mucho que yo quisiera.

¿Cómo reaccionamos cuando la gente no esta de acuerdo con nosotros?
Creo que por la adolescencia tan dolorosa de abusos que sufrí, aprendí a relacionarme de un modo extremo y enfermo basado en “estas conmigo o estas contra mi”. O todo o nada. O te quiero o te odio. Y pasar de uno a otro en un solo momento. Así que cuando alguien no pensaba como yo, lo rechazaba. Y cuando me hacían daño, lo sacaba de mi vida, la extirpaba incluso hasta varios niveles de personas relacionadas.

Hoy día gracias al programa he aprendido lo que es la tolerancia, y la comprensión, y que no tengo por que llevarme bien ni compartir las ideas de todas las personas para tener un trato amable con todo el mundo.

¿Toleramos las diferencias?

Creo que ahora soy mucho mas tolerante, por que he aprendido que no puedo cambiar las opiniones de las personas, y que realmente todos somos mucho mas cerrados de lo que realmente pensamos. España no es un país abierto y cosmopolita, si no que percibo que esta de mentes cerradas y seres muchas veces huraños, que se resisten a ver el mundo con otros ojos. Hoy día se que yo tengo una capacidad mental especial para aceptar el cambio y adaptarme, cosa que no tienen muchos otros. Así que he aprendido que puedo compartir unas opiniones con alguien, pero otras no, y que no pasa nada. No puedo pedirle al mundo que vaya tan rápido como yo, pero que no lo van a hacer.

¿Tratamos de limar asperezas o provocamos tensiones?

Crecí en un ambiente lleno de conflictos y peleas, tanto fuera como dentro de mi casa. Así que aunque no lo hiciera conscientemente, creo que inconscientemente estaba habituado al conflicto. No me cuidaba de solucionarlos ni de no provocarlos. Y también los provocaba alguna vez conscientemente y otras sin querer. Recuerdo estar tan cansado de que me presionaran de que me pisaran, que pensaba que en aquel ambiente o era lobo o cordero, y así fue cuando empecé a luchar y a provocar yo las tensiones también. Varias veces lo hice como método de defensa. Atacaba a los demás, por que los demás me atacaban a mí.

¿Hemos tratado de ser el centro de atención?

Continuamente. Era el payaso del grupo tratando de hacer las gracias, para que se rieran y así ser el centro de la atención. Este defecto de egocentrismo aun lo tengo muy activo, me doy cuenta de que trato siempre de resaltar, de ser original, de llamar la atención. En definitiva de levantarme la autoestima mediante el egocentrismo. A veces creo que simplemente trato de ser mejor. Sin compararme con los demás. Pero me olvido de que soy así y tengo que aceptarme, sin tratar de ser mejor o peor que nadie.

¿Hemos adoptado aptitudes agresivas para llamar la atención?

Creo que si. Pero mas que para llamar la atención era para defenderme. No buscaba llamar la atención, por que todo el ambiente que me rodeaba era brutalmente agresivo conmigo, y yo me comportaba igual por mimetismo social, por autodefensa quizás.

¿Nos da miedo no ser considerados, respetados o amados?

Si. Recuerdo que uno de mis mayores miedos durante la adolescencia era quedarme solterón hasta los cuarenta. Más que nada por que tenia la visión de mi tío, que estaba así, y yo le veía muy loco y muy obsesionado, y yo no quería ser así… La soledad era lo que mas me aterraba. Cuando todos mis amigos ligaban y yo no, me sentía inferior, apestado, indigno, poco valido.

¿Nos da miedo no conseguir lo que nos corresponde o tememos que no nos van a querer escuchar?

Mas que miedo, yo diría que ira o intolerancia, sobre todo cuando no hay justificación. Noto como los defectos de carácter de otro reaccionan con los míos. El odio que se puedan tener dos personas y que a mi me pilla en medio, es un tema que siempre me ha dado problemas. Por que no escuchan. Por que debo trabajar con ellos, se pelean por mi trabajo. Lo que me ayuda en esta situación, es no hablan con las personas que son como una pared ciegas por sus defectos de carácter, y tirar hacia delante. Y tratar de solucionar los problemas yo, por que cuando noto que una persona esta tan embargada por sus defectos de carácter, se que no va a colaborar, ni a cambiar, y lo único que me va a dar son mas defectos de carácter.

Hoy día hay personas que me deben dinero, por ejemplo y mas que miedo me da autocompasión el saberlo. Yo no puedo controlarlo. También orgullo por que me hacen seguir trabajando a coste cero para ellos, por que no se si cobrare o no lo que me deben.

¿Nos ponemos los primeros en la cola a base de empujones?

Esto lo noto cuando estoy en una conversación. Siempre quiero meter baza y dar mi opinión. Lograr que se hable de mi tema. A veces solo saco mi tema continuamente. Ahí noto mi carácter obsesivo compulsivo, marcado como egocentrismo (quiero ser el centro), orgullo (quiero que se hable de mi y de lo mío, por que necesito subirme el orgullo), autoestima (por que estoy tan hecho polvo que no acepto ser quien soy y necesito que me doren la píldora).

Mi autoestima es tan baja (autocompasión) que necesito llamar la atención y ser el centro (orgullo, egocentrismo). Ahí veo como mis defectos de carácter reaccionan.

Siempre quiero ser distinto, original, comprarme lo más caro y lujoso, para llamar la atención y mimarme. Por que claro me hicieron tanto daño, me marginaron tanto, que pienso que la vida me lo debe, y me lo merezco. No se si es una forma de repararme a mi mismo, o hay avaricia, orgullo, egocentrismo, celos y autocompasión detrás de todo esto

¿Cómo nos ha llevado a comportarnos el egocentrismo y el orgullo?

Ignorando a los demás, o el daño que podía hacerles. No pidiendo perdón y pensando solo en mí. Eso es ignorarles, no preocuparme por lo que sentían o por como se encontraban. Hice daño y no pensé en las consecuencias o en lo que hacia. Me sentía agredido, criticado y respondía igualmente, agrediendo emocionalmente y criticando.

¿Es la búsqueda de una posición social una obsesión para nosotros?

Pues si y no. Ahora ya me da igual, pero en su momento, cuando era un niño o un adolescente, creía de una manera infantil que de mayor seria rico. Por que si, sin hacer nada por ello. Era de la nada al todo, y ya dado por hecho. Tenia las ideas muy equivocadas.

Hoy día el dinero es una preocupación para mí, pero ya no por el hecho de ser más o menos rico, si no por poder vivir desahogado. Continuamente le estoy dando vueltas en la cabeza a ideas sobre como ganar más dinero, a trabajo extras, a negocios.

En el fondo creo que estoy cansado de trabajar para otros, por la cantidad de situaciones dolorosas e incomodas que eso me traiga. Me gustaría trabajar para mí para no tener que aguantar los defectos de carácter de nadie.

La búsqueda de una posición social también ha sido un objetivo, pero no una obsesión, cuando he querido darme a valer como persona entre mis iguales, organizando actividades, asistiendo a eventos. Ahí si he visto en mi cierta competitividad. Como manera de levantar mi orgullo y luchar por recuperar mi autoestima.

¿Cuánto dinero, tiempo, y energía hemos empleado tratando de impresionar a los demás o en aparentar que éramos mejores?

Dinero: mucho. Tiempo, no sabría decirlo. Energía, toda la que he podido invertir hasta agotarme o cansarme y dejarlo. Ahora me doy cuenta como el levantarme el ego tratando de ser mejor que los demás para mi ha sido un continuo ruido de fondo. No una obsesión dominante pero si un trabajo constante. Lo que si veo de bueno en mi, es que no he tratado de pisar al de al lado tratando de ser mejor que el, sino que me he centrado en mi tratando de mejorar continuamente, en vez de aceptar quien soy.

¿Somos presumidos?

Ni si ni no. O sea, si pero no a la vez. O si pero a mi manera. De una forma sencilla, sin grandes artificios, y sin gastarme mucho dinero. Me cuido pero no soy vanidoso. Aunque con la ganancia de peso con la recaída no me cuido tanto como lo hacia cuando estaba en mi peso.

¿Prestamos más atención a la gente importante que a la sencilla?

Nunca he sido así. Yo no mido las personas en virtud de lo importantes que son o el dinero que tienen. A nivel consciente para mi es mas importante la persona que me aporta algo, que comparte conmigo, que me hace crecer. Personas de las que puedo aprender. Si me paro a pensar, en el pasado son las personas que eran muy importantes, o muy ricas, las que mas puñaladas me han dado, así que creo que este punto lo tengo bien aprendido.

¿Hemos tratado de humillar a la gente o de ponernos en su lugar?

Yo creo que humillar no, por que recuerdo todo el daño que me hicieron a mi. Pero sentirme superior si, y eso ya es una forma de humillación en si, en tanto yo me creo mejor que otra persona. Sobre todo esto me ha pasado con personas de fuera de programa con compulsión por la comida, que no querían ver que necesitan ayuda.

A mi pareja también he tratado de humillarla pero no en serio, resaltando sus defectos de carácter o sus defectos físicos, como manera de manipularla, para ver si se ponía manos a la obra para solucionarlos. Pero se que la humillación es mala técnica para eso, y que solo provoco su ira. Afortunadamente no se lo digo en serio. Pero me gustaría ser capaz de pasar por alto sus defectos igual que ella no tiene en cuenta los míos, que son mucho más fuertes después de haber maltratado durante años mi cuerpo con la compulsión por la comida.

Dios me ayude a dejar de manipular a otras personas con la humillación.

¿Hemos menospreciado repetidamente a alguien?

Si.

A mi pareja, por sus defectos físicos, que en el fondo no son tanto, pero que mi orgullo, intolerancia, y lujuria aumentan como si fueran tan grandes como un castillo.

Creo que humille a un amigo del que me reí de su obesidad cuando yo estaba delgado.

Es alucinante como le doy mucha importancia al físico, creo que por que a mi siempre me midieron por ese rasero. Y cuando me he creído algo mejor me he reído de los que yo he pensado que estaban peor. Esa superficialidad en mi me asusta, por que se que es orgullo, egocentrismo y lujuria. Y también falta de honestidad.

¿Hemos jugado alguna mala pasada a alguien alguna vez?

Si. A parte de los robos que he cometido, pensando que estaban justificados al hacerlos por venganza, creo que algunas de veces he tenido líos amorosos con personas que no debían, que luego han causado daño, a ellas, o a terceras personas. Esta mal andar con las mujeres de amigos, aunque ellos no estén juntos. Además también creo he mentido demasiado a veces, y que he chantajeado emocionalmente, amenazando a quien no quería saber nada de mi como pareja.

Creo que la lujuria me ha hecho polvo en estos casos, y también la gula.

También he revelado secretos que no debían saberse, cosas que me habían pedido que no salieran a la luz. Y también he sido perezoso en el trabajo, por lo que me he sentido falto de honradez por ello.

¿Hemos juzgado y criticado a otras personas por cosas de las que nosotros también somos culpables?

Si, seguramente si. Pero me resulta difícil acordarme de un caso concreto. Acusar a otros de ladrones cuando yo también he robado. También le dije a un amigo que el escribía mal cuando yo también me equivoco escribiendo. Hacer notar los defectos físicos de otra persona cuando yo también los tengo. En esto veo mi orgullo y egocentrismo. Ahora me pregunto quien soy yo para juzgar a nadie cuando yo tampoco soy perfecto.

¿Somos hipócritas, incluso cuando denunciamos la hipocresía de los demás?

Si. Es increíble hasta que punto puede llegar la falsedad del ser humano. Muchas veces he visto la hipocresía como un método de supervivencia. Hoy se que la única manera es la sinceridad extrema. Ya me canse de tener una cara para cada persona o círculo de personas que me conoce. Ahora soy yo siempre, y me he liberado de todo el esfuerzo de andar mintiendo continuamente.

¿Hemos calumniado deliberadamente a alguien?

Si. Recuerdo una vez, debería tener 14 años, cuando vivía en aquel ambiente tan agresivo emocionalmente para mi, donde había abusones, que provoque un conflicto con una mentira para provocar una pelea. Me defendía con las mismas armas que me atacaban a mi. Para no ser victima quería convertirme en abusador. Y mentí diciendo que ese chico me había hecho algo para atacarle. Ahora me siento mal por aquello y se que es una de las reparaciones que tendré que hacer en el noveno paso aunque no tengo ni idea de cómo voy a encontrarle.

¿Hablamos mal de otras personas o escuchamos y disfrutamos cuando otras personas lo hacen?

Cuando me sorprendo haciendo esto, lo siguiente que me pasa es que me pongo negativo, y viene detrás la recaída emocional y física. A veces me sorprendo haciéndolo, sobre todo cuando otras personas me dan pie a ello Pero en general no me gusta hablar mal de nadie, por que se que me hace daño a mi mismo. A mi escuchar me cuesta, por que lo hago a regañadientes. Ahí me sale el orgullo y el egocentrismo continuamente. Pero ya no me puedo creer la mentira de que yo soy dios y lo se todo, y que soy el mejor, por que no es así. Soy humano, cometo errores, y me equivoco. Otros también tienen derecho a hablar, por que yo no lo se todo.

¿Somos hipersensibles y nos ofendemos con facilidad cuando alguien nos dice algo?

Siempre pensé que esta hipersensibilidad mía es  uno de los síntomas de mi enfermedad. Mi madre decía que en mi familia nos lo tomábamos todo muy a pecho. A veces creo que es por que al sentir todo amplificado, me duele mas y así tengo mas excusas para comer compulsivamente. Ahora he aprendido a no escuchar mis pensamientos locos, y a pedir perdón y reparar en el momento.

¿Tomamos todo a broma tratando de aparentar que nada nos molesta?

Creo que cierto pasotismo e insensibilidad es necesario para avanzar en mi recuperación. No puedo vivir sufriendo un dramatismo por el que todo me afecte. Viviendo como si el mundo se fuera a acabar como si solo existiera yo. Ahora trato de renunciar a la autocompasión y el egocentrismo, que se que son muy malos. Muchas veces veo a otras personas sufrir con tal intensidad que doy gracias por esto. Es el desprendimiento emocional, no sufro por las cosas que me pasan, ni por lo que le pasa a otras personas. Comparto su dolor, siento el mío, pero no sufro por ello. A veces es más fácil decir esto que hacerlo.


¿Somos egoístas y permitimos que  nuestros deseos nos dominen mientras ignoramos las necesidades del prójimo?

Si. Soy más insensible al sufrimiento de otros desde que estoy en el programa. Pero también soy más solidario y generoso. Ya no dejo que el dolor, y el sufrimiento de otros se haga mío y me haga sufrir a mi también. Sobre todo cuando me he dado cuenta que hay personas que sufren por sistema, que el sufrir esta en su manera de ser, y que pase lo que les pase sufren. Todos tenemos problemas, pero yo con el programa he aprendido a no sufrir con ellos. Me duelen, pero escojo no sufrir. Trato de ser solidario en la medida que puedo, pero con un límite. No puedo hacer mío el sufrimiento de otros. Ese es el límite. Creo que es lo que llaman el “desprendimiento emocional”.

¿Hemos gastado dinero que nuestra familia necesitaba en la práctica de nuestra enfermedad o en la gratificación de otros deseos?

Inicialmente digo que no, pero la autocomplacencia es un defecto de carácter muy peligroso. La comida nunca me ha avasallado económicamente, pero si es cierto que muchas veces he dado prioridad a mis aficiones antes que a las obligaciones, a arreglar la casa, o a ahorrar. En esto veo mi mentalidad de adicto que se expresa en todo lo que hago, en las decisiones que tomo. He preferido la recompensa de darme algún capricho antes de hacer cosas necesarias, pero sin las que podía estar, aunque  creo que no he llegado al límite de la compra compulsiva.

¿Hemos hecho oídos sordos a nuestros hijos o a nuestra pareja cuando nos necesitaban?

He aprendido en el programa a poner límites. A saber cuando debo estar y cuando no. Muchas veces la otra persona solo quiere volcar sobre mi su basura emocional. Y ahora se decir que no, que yo no estoy para eso y que hay otras personas, otros lugares y otros modos para que ella haga eso. Gracias a dios ella también tiene toda la ayuda que necesita, y se que yo no puedo cargar con la enfermedad de los dos, la suya y la mía.

Yo procuro escucharla, y darle valor a lo que habla, pero llega un momento que se sobreexcita y entra en un monologo. Le cuesta mucho mantener una conversación. Igual que yo, es persona de extremos. En su trabajo no habla nada, y conmigo no para. Le cuesta, pero ya va aprendiendo a escuchar y no solo hablar. Y a que temas debe y no debe tratar conmigo. Que sea su pareja, no significa que sea su psicólogo. Yo no puedo curar a otra persona. A veces no puedo conmigo mismo.

¿Permitíamos que las necesidades de otros nos gobernasen mientras ignorábamos las nuestras?

Yo creo que no, mi egocentrismo no me dejaba. Se unía con mi codependencia en una extraña necesidad de “ven a mi y hazme feliz”, incapaz de ser feliz por mi mismo. No pensaba en las necesidades de los demás, si no en usar a otros para cumplir las mías, y en que era incapaz de ello. No aprendí a ponerme en el lugar de los demás hasta que llegue al programa de OA.

¿Asumimos responsabilidades de otros y hacemos lo que ellos tienen la obligación de hacer por si mismos?

A veces me pasa, y detrás de esto veo mi codependencia controladora, de la variedad del codependiente activo. También perfeccionismo en el trabajo, e incluso lujuria cuando me pasa con mi novia.

Soy dado en el trabajo a sobrecargarme de cosas por hacer que tienen que hacer otros. Me cuesta delegar, por que creo que solo mi manera de hacer las cosas es valida. Esto me lleva al estress, a perder mí tiempo de ocio y descanso, a agobiarme y en última instancia a sobrecargarme y recaer. Gracias a dios ya me he dado cuenta de esto, y voy soltando poco a poco, y renunciando a cargarme de trabajo, manteniendo un plan de acción en el que incluyo una gestión de mi tiempo de trabajo.

¿Estoy dispuesto a asumir responsabilidades por los problemas que he causado, o le hemos echado la culpa a los demás?

Con el programa he aprendido dos cosas muy importantes. La primera es a ir con la verdad por delante siempre, pase lo que pase. Lo segundo es a reconocer mis errores, pedir perdón por ellos, y repararlos inmediatamente. Creo que con esto estoy aceptando mi parte de responsabilidad en los problemas que pueda causar. Se acabo echar la culpa a los demás. Pero esto es algo delicado cuando otras personas a mi alrededor escogen pelearse por mi trabajo. En esos casos tengo que hacer un gran esfuerzo, tener mucha diplomacia y mano izquierda. He aprendido a solucionar los problemas, y seguir adelante con actitud positiva. Buscar culpables no soluciona nada. Echar la culpa a otros de mi problema no me libera del problema en si.

¿He buscado disculpas que justifiquen mi comportamiento?

Si, sobre todo con la comida. Cuando he cogido comida que no era mía, cuando he comido de más. He justificado mi falsa hambre que no era otra cosa si no gula. He justificado acciones mías muy malas en las acciones de otros. Por ejemplo le robo a mi jefe por que me esta explotando, o por que me debe dinero. Ahora se que estas acciones solo traían peores consecuencias para mi. Lo negativo solo trae cosas más negativas aun.

¿Tenemos prejuicios?

Me han criado en una sociedad con prejuicios, y los llevo de series. Pero poco a poco voy luchando contra ellos. Trato de ver a cada persona como un individuo y no juzgarle por lo que es, si no por como me trata. No por su aspecto o condición.

Otro prejuicio que me ha surgido a raíz de entrar en programa es el de juzgar rápidamente a personas como adictas, o rechazar a las personas que aun sabiendo de su adicción no aceptan ayuda. Se me olvida que son como yo y que están en las garras de la enfermedad. Tengo que recordarme continuamente que lo único que puedo hacer por esas personas es recuperarme yo, y ser ejemplo de recuperación. No puedo decirle a nadie lo que ha de hacer, como se hace para recuperarse uno de la terrible y demoledora enfermedad que es una adicción por que para cada uno el camino es distinto…

¿Hemos tratado alguna vez mal a alguien a causa de su raza, religión, filiación política, sexo o impedimentos?

No, a conciencia para hacer daño a discriminar. Pero a raíz de entrar en programa aprendí a detectar a otros adictos en activo, a personas en dinámica de autodestrucción, y persona con los defectos de carácter por las nubes. Cuando detecto a una de estas personas suelo protegerme, o apartarme a un lado. No se si eso es discriminación.

¿Contamos chistes en los que ridiculizamos etnias, razas o al sexo opuesto?

Si alguna vez, incluso sobre alguna persona publica concreta. Ahora me doy cuenta de que no esta bien. Pero no soy un asiduo de contar chistes, así que no lo he machacado demasiado. Supongo que solo se me unos cuantos y resulta que uno si es ofensivo.

¿Si no lo hacemos, decimos claramente que esta clase de humor “no nos hace gracia”?

Pues no lo se. Creo que los únicos chistes que me disgustan son aquellos que tienen como objetivo la comida y la obesidad. Me tocan la fibra sensible los chistes sobre gordos.

¿Somos capaces de reconocer nuestros errores y admitir que otros pueden tener razón?

Si. No me gusta, pero lo hago. Esta es una de las cosas buenas que me ha dado el programa. Ahora se rectificar, pedir perdón, y ver que no pasa nada. No tengo que salirme siempre con la mía. El orgullo y el egocentrismo ya no me pueden en este aspecto. Esto me salva de muchas peleas y resentimientos, y me hace estar mas en paz con los que me rodean. En definitiva es un paso hacia la serenidad, del que estoy muy agradecido.

¿Estamos dispuestos a escuchar y aprender de los demás o creemos que lo sabemos todo?

Si, sobre todo me doy cuenta cuando trato de hacer cosas y veo que no me salen, y veo que hay otras personas que les salen mucho mejor que a mi. Entonces es el momento de cerrar la boca y escuchar. Esto me pasa en muchos aspectos de mi vida. Cometo errores, no soy perfecto, soy humano, nadie nace sabiendo.

¿Reconocemos nuestros errores y los del prójimo como algo natural, o criticamos, condenamos, y nos quejamos?

Yo creo que he aceptado los errores de otros. Ya se que no se puede modificar ni controlar a otros. Veo los defectos de carácter de otros. Y sus errores. El problema es que me cuesta callarme y no decir, mira esto y esto esta mal… Ahí me sale el orgullo y el egocentrismo, el creerme mejor por que yo no me he equivocado en eso, cuando me equivoco en muchas cosas mas.

¿Nos dedicamos a agradar a la gente para quedar bien?

Creo que en general no. De hecho a veces creo que peco de ser egoísta y quedar mal con la gente. Además se que la felicidad no me la da la gente. Buscar la autoestima en los demás es codependencia. Se que lo principal es centrarme en mi, en mi propio yo, y en tratar de ser mejor persona. Las personas no me van a dar nada, ni pueden curarme, ni pueden trasmitirme emociones positivas que yo de por si no tenga. Creo en generar mi propia positividad, no en absorberla de los demás. Eso es ser un vampiro emocional. Yo he aprendido a estar bien conmigo mismo incluso en soledad.

¿Nos empeñamos en gustarle a todo el mundo, llegando incluso al extremo de averiguar que es lo que la gente quiere para dárselo, sin importarnos el precio que tengamos que pagar?

Me gusta llevarme bien con la gente pero se que es eso imposible, además también se que surgen roces e imperfecciones que se solucionan, y que no por eso he de llevarme mal. Ya no es o todo o nada, que es lo que hay en mi mente como comedor compulsivo que tiende a los extremos. Nunca me he preocupado mas de los deseos de otros antes que de los míos. Mi orgullo, egocentrismo y autocompasión ha hecho que se me diera bien ser egoísta.

¿Nos da miedo decir que no a los demás?

Yo creo que no pero depende de la importancia del tema en cuestión.  A veces me cuesta más decir que si y bajar la barrera con las personas por miedo a que me hieran. Lo que mas me cuesta es decirme que no a mi mismo y ponerme limites, sobre todo con mis defectos de carácter mas activos, la gula y la lujuria.

¿Tenemos una actitud de desafío sea manifiesta u oculta?

Yo creo que si. Siempre me ha gustado vivir al limite, forzando la maquina, llevando mi cuerpo hasta los extremos por el simple hecho de ver que podia hacerlo. No era consciente de lo que me arriesgaba al hacerlo. Pero esto se acabo desde que entre en programa, ahora busco cuidar de mi mismo por que se que es lo que me mantiene abstinente. Siempre pense en mi mismo como un rebelde, amigo de las causas perdidas, incluso de yo mismo como causa perdida. Inconformista, libre pensador y cuestionador de todo. Con una actitud muy curiosa de seguir adelante de conocerlo todo, de saberlo todo, de comprenderlo todo. De sentirme vivo aprendiendo , y llenar ese hambre de conocimiento insaciable. De hacer cosas nuevas continuamente. Y reinventarme a cada paso.

¿Cual es nuestra actitud hacia las leyes, las reglas y la gente que ejerce una autoridad legitima sobre nosotros?

Siempre he tenido un problema con los hombres que tienen autoridad sobre mi, por que me recuerdan a mi padre, y eso me hace revolverme, sentirme incomodo, controlado, dominado, anulado...  Mi actitud hacia ellos ha sido de revancha, de venganza, de odio sin sentido, de rebeldía descontrolada, de reproche y resentimiento. Ahora veo que no era por mi padre, al que ya he comprendido que es igual que yo pero sin la suerte que yo tengo con el programa. Si no por los chicos, que en su momento abusaron de mi y se erigieron sobre mi como juez jurado y verdugo. Por que el peor abusón era mayor que yo y ejercía de sheriff y mandamás y les ordenaba a todos que me acosaran. Por eso tengo este problema de autoridad con los hombres. Pero veo que gracias al programa se va diluyendo mas y mas, y por lo pronto a mi padre le he podido perdonar.

¿Nos produce ansiedad el futuro?

Yo creo que no. Lo justo y necesario. Ya no. Antes lo que me daba miedo del futuro era la soledad y quedarme solterón a los cuarenta. Pero gracias a dios ese miedo hoy día ya no lo tengo. Por que mi vida ha mejorado muchos enteros gracias al programa. Ya no me preocupo del futuro.

¿Nos hacen perder mucho el tiempo las preocupaciones?

Si y no. Las preocupaciones en si no me hacen perder el tiempo. El problema es que yo las preocupaciones, como comedor compulsivo que soy, las convierto rápido en comida. Y es la comida lo que me hace perder mucho el tiempo. comiendo a escondidas, planeando atracones, buscando comida a horas rarísimas cuando debería de estar durmiendo, pensando en comida cuando debería estar haciendo otras cosas.

¿Nos da miedo la gente?

Durante mucho tiempo si me dio miedo la gente. Ahora ya no. Ahora me da miedo la enfermedad de la adicción que corrompe la sociedad, las relaciones, y las personas como un todo. Y mas que miedo, me da respeto. Como ver un toro desde la barrera. Sin temor pero siendo consciente del peligro que conlleva.

¿Nos aislamos de nuestros amigos o de la sociedad?

Si, y casi sin darme cuenta. Tengo que tener mucho cuidado con esto. Me he escudado siempre en excusas con la comida para quedarme encerrado y huir. Gracias a dios hoy tengo una vida mas normal y ya no me siento encerrado, casi diría que conozco mucha gente.

El motivo para huir de la gente, era básicamente huir del dolor que me provocaba la gente que me llevaba a comer, por que no quería comer compulsivamente. Era la huida y no enfrentarme al verdadero problema.

¿Nos da miedo tratar con gente nueva?

No. No me considero tímido para nada. De hecho el programa me ha dado la facilidad para hablar de mi mismo en lo mas intimo delante de extraños. Así que de timidez ya me queda poco o nada. Eso lo he ganado en autoestima, carisma y experiencia personal. Y en sinceridad. Diría que el compartir hablando de ti mismo en alto es uno de los puntos fuertes del programa, por que pone de relieve dos puntos muy importantes: la autoestima, y la sinceridad u honestidad, que yo considero puntos básicos del programa. Se acabo el gordito tímido. Ahora se quien soy, ahora estoy seguro de mi mismo, y he encontrado una importante fuente de fortaleza que me ayuda en todo momento que es mi poder superior, el programa y los grupos.

¿Nos mantenemos a distancia de los demás esperando que ellos sean los que se acerquen a nosotros?

Para nada. Hoy mismo hable en el ascensor de la oficina con dos compañeras de otro departamento que no conocía de nada. No me cuesta hablar con la gente y entablar conversación. Me considero abierto y extrovertido.

¿Tenemos tendencia a relacionarnos con el tipo de gente que nos maltrata mental y físicamente?

Si. Durante mucho tiempo he puesto personas en mi vida para que me hicieran daño y así yo tener una excusa para comer compulsivamente, para tapar ese dolor. Con el tiempo me di cuenta, durante mi recuperación, que tener relaciones sanas, sacar de mi vida las personas negativas que me hacían daño, era una manera de facilitarme el estar abstinente.

Además siempre tiendo a sentirme atraído por chicas con un carácter muy fuerte, dominantes y controladoras, que terminan haciéndome daño. Mi pareja actual no es así, y ahí veo que he dado un gran paso en mi recuperación.

Por otro lado siempre tiendo a hacer buenas migas con personas con problemas con la comida. Es como si la enfermedad llamara inconscientemente a la enfermedad, para buscar compañeros de atracones, igual que hay compañeros de borrachera, o de consumo de drogas.

Poner a cada persona en su sitio, y saber decir que no, y tener una relación sana desde la distancia, en el punto medio, ha sido un gran avance. La compulsión por la comida esta en mis patrones de comportamiento como ser humano social. Saberlos ver, reconocerlos, y esquivarlos, es un poco a poco dejar de ser tan comedor compulsivo.

Por que el ofrecerme comida continuamente, a mi que me maltrato continuamente con la comida, y yo que la uso para hacerme daño, es una forma de maltrato físico. Aunque la otra persona no lo hace con esa intención. Ahora ya se decir que no a otros. Al que me cuesta decirle que no es a mi mismo, por que la gula me puede interiormente, pero he aprendido a parar la gula que viene de fuera, a través de otras personas, por su maltrato físico y emocional hacia mi.

¿Nos da miedo romper las relaciones poco sanas o destructivas que todavía mantenemos?

Pues no. Aprendí hace tiempo el significado del desprendimiento emocional. Quien me hace daño sale de mi vida pero bien rápido. Es una economía de las emociones, una gestión eficiente de las mismas con el objetivo de estar en paz para poder mantener una buena abstinencia. Por que mi abstinencia es lo mas valioso que tengo, mi fin ultimo. Sin eso no hay nada mas. Cuando como lo pierdo todo. Y por eso si tengo que quitarme de encima molestias u obstáculos que me pueden llevar a comer compulsivamente, lo hago sin miramientos. Puede que quizás sea un poco brusco, pero es que me lo tomo muy en serio, igual que a mi la enfermedad de la compulsión por la comida no me da ni tregua ni cuartel.

¿Hemos retrasado la búsqueda de nuevos trabajos o carreras paralizados por las preocupaciones o el miedo?

No. De hecho, creo que es todo lo contrario. Cuando no estoy a gusto en un sitio, cojo mis bártulos y me voy. Más que nada por que mi paz y mi serenidad están por encima de todo ya que son la llave de mi abstinencia. Se dio la situación de que estaba en un trabajo horrible, lleno de adictos en activo, con problemas todos los días. Así que me fui en cuanto pude. Me costo irme pero al final lo logre, y ahora estoy mucho mas tranquilo y en paz. Además el trabajo es uno de los temas que si no esta en su sitio me puede costar la abstinencia por el agobio y estrés que me puede causar. De nuevo noto como mi recuperación y mi abstinencia exigen de mi no ser ya mejor persona, si no encargarme de mi vida y solucionar mis problemas, no taparlos con comida que no lleva a nada.

¿Nos asusta tanto la posibilidad de cambio que nos quedamos estancados en situaciones que son malas para nosotros?

No. Yo se que en el cambio esta la evolución, se que la recuperación es el arte de cambiar. No puedo hacer lo mismo una y otra vez y esperar diferente resultado. Recuperarse es cambiar a mejor, ser mejor persona. Siempre he tenido esa habilidad de rehacerme desde cero, de evolucionar, de cambiar. Yo ya llegue con la mente muy abierta antes de entrar a OA. Pensaba que todo el mundo era así, no me daba cuenta, y eso me costo algún disgusto al darme cuenta que las personas no tienen la misma apertura mental que yo. No tienen esa facilidad para cambiar que yo tengo.

¿Nos da miedo expresarnos, decirles a otros lo que pensamos y como nos sentimos?

Mas que expresarme, lo que me da miedo es hacer daño a los demás sin querer. Se que mi mente enferma pone en mi boca muchas palabras dañinas, y muchos pensamientos que lo son mas aún. No puedo dejarme llevar por mi mente, por que entonces haría mucho daño, por que se que en mi mente enferma hay implantada a fuego una dinámica de autodestrucción de mi mismo, de la relación con los demás. De hacerme a mi mismo daño y a los que me rodean. Por eso muchas veces es mejor callarme lo que pienso, por que siempre meto la pata continuamente. No me fio de mi mismo, por que se que mi libre albedrio esta alterado por la enfermedad, y que cada palabra que diga, cada paso que de, cada elección  que tomo, inconscientemente tiene el fin ultimo de hacerme daño a mi, o a otros , para sufrir por ello y terminar comiendo compulsivamente.

¿Nos asusta tanto la posibilidad de conflicto que preferimos que nos maltraten antes de hacer valer nuestros derechos?

No. He aprendido a decir que no al maltrato por que me afecta a mi serenidad. Y si pierdo eso puedo perder la abstinencia. Cuidar de mi ahora es una prioridad. Ahora me da igual lo que piense la gente de mi, y como estén, lo mas importante soy yo y mi abstinencia. Ya no prefiero sufrir yo y comer, y poner a otros por encima de mi. El programa me ha enseñado a ser egoísta y cuidar de mi mismo.

¿Cuándo nos impidió el miedo tomar medidas que deberíamos haber tomado?

Me costo bastante enfrentarme a los chicos que me acosaban y maltrataban, pero lo hice. Y logre pararles los pies. Deje un trabajo que resultaba dañino para mi. Me fui de casa de mi madre cuando sentí que allí no podía recuperarme. Creo que no me asusta tomar decisiones, el miedo no me paraliza. Puedo tomar decisiones y acciones a pesar del miedo. Tengo valor, y un programa que me ayuda para ello.

¿Nos mantuvimos al margen y permitimos que otra persona saliera perjudicada cuando podríamos haber hecho algo para evitarlo?

En el pasado no lo se, no lo recuerdo. Ahora con el programa se que es mejor no inmiscuirme en la vida de la gente o puedo salir perjudicado yo también. No soy el salvador de nadie. Cada uno tiene su propio poder superior que le cuida y cada uno es responsable de si mismo. Yo puedo controlar la vida de otros pretendiendo saber lo que es bueno para ellos. Dejarle ser a cada uno ser lo que quiera ser, y no inmiscuirme, esa es parte del vive y deja vivir. Tratar de salvarlos del sufrimiento es eso también, pensar que yo se mas que nadie y puedo salvarlos. A veces no puedo ni conmigo mismo como para andar pretendiendo salvar a otros. Se que estoy mucho mas tranquilo si solo me ocupo de mis propios problemas, y no trato de controlar y de salvar a nadie. Ya no soy el amigo de “tu lo que tienes que hacer es…”  Es mejor para mi preocuparme de mi mismo. Mantenerme al margen es difícil a veces, sobre todo cuando las personas se empeñan en sufrir y no tienen la mente abierta para pedir ayuda, ni escuchar.

El paso 12 es complicado. Me he visto en la situación de enfrentarme a personas que no estaban en situación de dejarse ayudar, y se lo tomaron mal, como una intrusión. Salí lastimado, y esas personas ahora me odian. Así que lo deje correr y me aparte a un lado. Les deje seguir con su vida y seguir perdiéndose en la adicción a la comida. Yo no puedo salvar a todo el mundo. Hay mucha gente que no quiere ser salvada. Que ni siquiera tiene consciencia de que  necesita ser salvada. Y sin embargo sufren día a día por la comida, y la salvación esta ahí a un paso, pero están ciegos, y aunque tuvieron la oportunidad delante, prefirieron la enfermedad.

¿Hemos dejado que a otro le echaran la culpa  o le castigaran por algo que habíamos hecho nosotros?

No lo recuerdo. Es posible que con mi hermano en una de estas cosas de críos. Pero de adulto dejar a sabiendas que otro se llevara mis culpas, no conscientemente en cosas graves. Puede que alguna vez en el trabajo. Todos mis compañeros esconden sus errores debajo de la alfombra, y se inventan una milonga para no culpar a nadie. La informática es así, el que sabe se aprovecha del que no sabe.


¿Hemos abandonado alguna vez a alguien a quien teníamos la responsabilidad de ayudar?

Si. Y lo volvería a hacer. Es mas lo tendré que hacer seguro. Yo no soy responsable de nadie excepto de mi mismo. No tengo que salvar a nadie mas, no se lo que es bueno para los demás. En el momento en el que empecé a creer en un poder superior, me di cuenta de que si a mi me cuida, cada uno tiene su peculiar ángel de la guardia, y que hace el trabajo mejor que yo. Yo no puedo salvar a otros de si mismos, por que yo no puedo salvarme a mi mismo, ya que necesito ayuda.

Muchas veces es bueno dejar a las personas que se estrellen para que aprendan de ello. Por que les adviertes y no hacen caso. Necesitan experimentar el dolor del error para aprender de ello.

¿Nos aferramos a un resentimiento porque en alguna ocasión alguien amenazo o daño nuestra seguridad, nuestras ambiciones o nuestras relaciones?

A día de hoy ya no. Antes si. Tenía el típico comportamiento de adicto a tratar a las personas por extremos, igual que me relacionaba con la comida. O atracones o anorexia. O te amo, o te odio. O te pongo un templo o no quiero saber nada de ti.

He aprendido que los resentimientos son fuentes de dolor continuo. Tengo que sacarlos pronto de mi cabeza. Son lo que hace que me duela tanto que corra a comer compulsivamente para no sentir nada. Ahora se que ahí otra manera de procesar mis emociones negativas, mis resentimientos, que comiendo compulsivamente. Puedo escribirlos, llamar a alguien de Oa, y leerlos. Y se van. Y ya no tienen fuerza sobre mi.

Además he aprendido a perdonar. A que la gente no esta conmigo o contra mi. Si no que puedo tener contratiempos o conflictos puntuales con las personas con las que habitualmente me llevo bien, por que todos tenemos un mal día, y que por eso no se acaba el mundo.




¿Hemos intentado vengarnos de las personas que nos han hecho daño?

Si. Me he vengado de jefes que yo creía que me trataban injustamente. Me creía justificado para robarles o hacerles jugarretas. Ahora se que solo me complicaba mas aun la vida. He dejado de hacerlo, por que es hacerme daño a mi mismo. Todo el daño que hago hacia fuera, luego retorna hacia mi. Eso es algo que he aprendido en el programa, el vive y deja vivir.


¿Ponemos un especial empeño en jamás olvidar el daño recibido?

Afortunadamente ya no. He aprendido que el dolor que me producen los resentimientos se traducen en atracones, en comer compulsivamente. He aprendido a perdonar. Con mucho esfuerzo, y mucho rebuscar en mi interior he podido perdonar a mi padre, al que tenia crucificado por el divorcio de mis padres. Ahora comprendo que el es un enfermo igual que yo, y que no puede hacer nada con sus defectos de carácter. El es como yo, somos iguales, solo que yo he tenido la suerte de entrar en un programa de recuperación. No perdonarle seria no perdonarme a mi mismo. No aceptarme.

Además la oración de la serenidad, lleva implícita la aceptación a otros, por que yo no puedo cambiarles. O me hago a lo que hay o me lo como. Tener una cuenta pendiente, odiar a muerte, esos son los extremos de odio que me destruyen, por que mandan los defectos de carácter, las emociones negativas, y eso me lleva a comer. Estar abstinente exige de mi ser mejor persona, y eso pasa por no ser vengativo ni rencoroso. Y vivo así mucho mas tranquilo.

Perdonar, y dejar continuar a cada uno con su camino, es el camino de la liberación espiritual de estos malos sentimientos. Esto me cuesta mas cuando continuamente me reabren las heridas. Los resentimientos son muy poderosos si son recurrentes. Pero he aprendido que no tengo que hacer nada con ellos. Solos se van yendo. Pueden volver, como la compulsión, pero no tengo que dejarles el poder de mandar sobre mis acciones, por que solo generaran mas dolor, sufrimiento, ansiedad, enfermedad y recaídas.

¿Sentimos rencor hacia alguien por celos?

En ocasiones se que he sentido celos absurdos. Pero no rencor. La lujuria a mi me juega malas pasadas y ya me conozco, así que no me suelo fiar mucho de mi, y de mis sentimientos de atracción hacia otras personas. Por que siempre me atraen personas problemáticas que son malas opciones para mi. Otra vez la enfermedad poniéndome la zancadilla para terminar comiendo. Me vienen trampas en mis sentimientos y emociones para que cometa un error, y llegue a una situación emocionalmente tensa, que me supere y coma. Esos celos y esa atracción los trato como los alimentos compulsivos, son peligrosos para mi. Me producen dolor, y recaída emocional, y tras eso va la física. Así que paso de ellos. Los siento, pero no hago nada con ellos. Se suelen ir cuando las personas implicadas se van de delante mía. A este nivel, mi vida no es mía, yo ya no tomo decisiones sobre quien voy a estar o quien me gusta o quien no. Puedo sentir envidia de otros hombres cuando los veo con mujeres que me gustan, pero me acuerdo del “no desearas a la mujer del prójimo”, y lo dejo estar,  y me olvido por que gracias a dios yo ya tengo mi pareja, que es maravillosa, me hace muy feliz, y se que esos pensamientos son peligrosos y enfermizos.

¿Sentimos envidia de la apariencia, la riqueza, la vida sexual, la popularidad, o la posición social de otras personas?

Si. La envidia se mezcla en mi cabeza con la lujuria, y es muy destructiva. Y además me producía miedo a la solidad. Ya no.

Apariencia: Cada vez que veo a esos chicos que reciben todas las miradas, que se quitan la camiseta y atraen, me da la envidia mezclada con la lujuria. Me gustaría ser asi, pero no lo soy. Y lo acepto. Es una cuestión de ego masculino, por todo el tiempo que me sentí ignorado por las chicas en la adolescencia. Ahora se que es una cuestión mia, yo no me quería, y por lo tanto no podía querer a nadie. Toda mi negatividad y problemas alejaba de mi a otras personas.

Riqueza: La riqueza de otras personas no la envidio. Gracias a dios no tengo problemas económicos y tengo todo lo que quiero en mi vida. No es una cosa que me preocupe. Podría si, pintar el coche, comprar otro, irme a un piso mas grande, pero elijo no hacerlo por mantener una reserva prudente de dinero por la incertidumbre económica de la sociedad en que vivimos.

Vida sexual: Una vez escuche, o leí, que los kilos dificultan las relaciones sexuales. Que la mala forma física me influye. Ciertamente eso me impacto. Y eso añadió un punto mas a mi envidia mezclada con lujuria y un punto de orgullo. Les veía tan fuertes, tan jóvenes, tan sanos, que les envidiaba, por que sentía que yo mi juventud me la había perdido enterrado en kilos y depresión.

Popularidad: La envidia de la popularidad de otros la veo como una mezcla de orgullo, codependendencia y egocentrismo. Necesito de los elogios de otros para levantar mi autoestima y sentirme el centro del universo. Es una borrachera de emociones muy adictiva. La veo en los famosos. La veo en personas que se sienten el centro de los eventos o de los hobbies y se les sube a la cabeza. He aprendido lo que es la modestia y la humildad. Un seguro que me protege de mi mismo es este aspecto.

En el pasado he admirado a personas que tenían una posición de popularidad evidente en factores de la vida que me interesan. Y luego no me he podido sentir mas decepcionado cuando me han fallado o no eran lo que yo esperaba. No puedo poner mis esperanzas, ni convertir a nadie popular en mi poder superior. Yo no puedo convertirme en el poder superior de nadie.

Por supuesto que he sentido envidia de la popularidad de otros. Y esto entronca mucho con la marginación que viví durante mi juventud / adolescencia. Pero el ser popular ahora se que no es la solución, por que los defectos de carácter pudren por dentro a muchas personas populares.

Posición social: Hace tiempo que me di cuenta que los hombre no nacemos iguales. La envidia de la posición social de otros surge de mi pereza. A mi como a todos me gustaría vivir sin tener que trabajar. Cuando he visto personas que por su posición tienen la vida resuelta y pueden vivir sin problemas por supuesto que siento envidia. Personas que ya saben cual será su futuro y esta seguro pase lo que pase, que tienen dinero suficiente para trabajar o no si quieren. Que pueden vivir mas que yo, es decir, casarse, tener hijos, comprarse una casa, cosas que están muy lejos de mi alcance a día de hoy, claro que siento envidia, y resentimiento. Pero no se han esforzado. Son simplemente hijos de. Yo tengo que trabajármelo día a día y eso me hace tener que esforzarme para dar lo mejor de mi para ser mejor persona.

¿Sentimos rencor hacia nosotros mismos por cosas que hayamos hecho o dejado de hacer, o por ser comedores compulsivos?

He cometido muchos errores en el pasado. Me he hecho daño a mi mismo y a los demás. Y ahora veo detrás de cada uno de estos episodios mis instintos mas básicos corrompidos por los defectos de carácter como medio de tomar decisiones erróneas que me dirigían directo hacia el dolor, hacia la adicción y hacia la enfermedad.






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